Por César Montenegro

Está convencido que en este caso el Estado no llegará tarde y mal. Al contrario, el accionar oficial está a tono con la gravedad de la situación. Así se muestra el legislador del PRO, de extracción sindical y origen justicialista, Daniel Amoroso, encargado de motorizar el proyecto de ley que será el marco legal para el conjunto de normas que permitirán agilizar el tránsito vehicular porteño. Parlamentario entrevistó al diputado para conocer detalles de la propuesta de la que es autor y que analiza la Legislatura en el seno de la Comisión de Tránsito y Transporte, de la cual es también su presidente.

– ¿En qué consiste el proyecto de ley denominado de Emergencia vial?

– Es un proyecto de ley que otorga al jefe de Gobierno la posibilidad de poder realizar, con carácter de urgente, las medidas anunciadas y que permitirá abordar el problema del tránsito y transporte mediante un plan integral. Cuando uno revisa las medidas implementadas anteriormente durante los distintos gobiernos, se llega a la conclusión que las mismas han sido implementadas de manera aislada; fue eso lo que motivó el fracaso de cada uno de esos planes.

– ¿Cuáles son las diferencias puntuales con las medidas anteriores?

– Es la primera vez que se lanzan quince medidas en forma conjunta y que tienden, fundamentalmente, a mejorar el transporte público, desalentar el uso del auto particular y a que haya un control mucho mas estricto por parte del Estado. Son aspectos puntuales que marcan las diferencias con gestiones anteriores.

– ¿A qué atribuye los rechazos que la iniciativa despertó en varios sectores, especialmente de los taxistas?

– Realmente no estudiaron el tema. Si se analiza lo que se hizo en los últimos 30 años con el tránsito se darán cuenta que simplemente es un discurso para la tribuna, lo que la oposición expresa hoy con respecto al plan de seguridad vial. No tienen ningún estudio que sustente sus críticas.

– ¿Cuáles son las directrices de su propuesta?

– El oficialismo viene trabajando hace muchísimo tiempo en la elaboración de este plan y que tiene tres etapas. La primera está conformada por las medidas anunciadas por el jefe de Gobierno y que se caracterizan por ser profundas y una de las más emblemáticas. Es la que fijará que las paradas de colectivos deben estar separadas por no menos de 400 metros de distancia. La puesta en vigencia del scoring, el desaliento al uso del automóvil particular, el control sobre los agentes de tránsito, los carriles exclusivos y el aumento en los peajes en los horarios picos, conforman un paquete de medidas de fondo que nunca, nadie antes puso en marcha.

– ¿Sin embargo algunos sectores acusan a Macri de improvisar, aplicando parches?

– Es porque realmente no conocen nada de tránsito.

– ¿Cuál es el trámite parlamentario que su proyecto debe transitar para ser aprobado; hay además otras propuestas?

– Es un proyecto que he presentado y también hay otras propuestas de la oposición. Se está debatiendo y solicitando informes técnicos. Lo importante de todo ello es que la decisión política de solucionar los problemas del transporte y del tránsito está tomada. No es fácil. Seguramente se encontrarán algunos escollos, pero reitero, la decisión de avanzar en la solución de estos problemas es un hecho.

– ¿Usted confía qué la norma será aprobada?

– Existe una inquebrantable voluntad política de aprobar una nueva normativa que ordene el tránsito y transporte. Estamos convencidos de que podremos cambiar la situación del tránsito y bajar el índice de accidentes.

– ¿Cuáles son las bases en las que se asentará la nueva legislación?

– Tenemos dos herramientas que son trascendentes y que serán de implementación inmediata. La primera, tiene que ver con la creación del cuerpo de los agentes de tránsito. Dispondremos de más de 2000 agentes de tránsito para controlar todo lo que es el micro y macro centro, así como centros comerciales y la otra tiene que ver con agilizar la puesta en vigencia plena de la ley de scoring que, como se sabe, es la norma que establece la quita de puntos adjudicados al otorgarse la licencia de conducir y que al llegar a cero punto, se pierde la misma automáticamente; además de abonar la multa correspondiente.

– El sistema de fotomultas fue puesto nuevamente en marcha…

– Macri suspendió, al asumir, aspectos que regían la normativa en el tránsito. Entre ellas el sistema de fotomultas. Luego de seis meses de análisis se resolvió que el sistema se implemente nuevamente, pero sólo para faltas graves, como es el exceso de velocidad y el cruce de semáforos en rojo. Creemos que aquel que comete una infracción debe pagar con la quita de puntos y la multa respectiva. Además, si nadie se excediera en la velocidad o nadie cruzara un semáforo en rojo no habría motivos para quejarse de la implementación del sistema de fotomultas.

– ¿Se profundizará la educación vial en las escuelas?

– El proyecto de educación vial fue aprobado por el cuerpo y ya se puso en marcha en todas las escuelas de la Ciudad tanto a nivel primario como secundario. Por el momento es una materia extra-programática. Hay que cambiar la currícula de todos los colegios. Por ahora hemos dado el puntapié inicial de una ley que estaba vigente y no se cumplía. El presupuesto requerido para la puesta en marcha del plan de educación vial en las escuelas, como lo atinente al esquema de control del tránsito y transporte, está previsto en el Presupuesto anual.

– ¿Cuál es la base del problema del caos vehicular en la Ciudad?

– Es difícil el cambio cultural en cuanto al manejo. Pareciera que es lo mismo parar en segunda fila, nos da lo mismo no usar el cinturón de seguridad o hablar por el celular mientras se maneja. Es necesario una reeducación en materia vial. Es imprescindible cumplir con las normas de tránsito. Si todos colaboramos, el Estado controla, los que manejamos lo hacemos como corresponde, el transporte público respeta las normas, los peatones también respetan la reglamentación vigente. Es decir, si todos respetamos la normativa que rige, seguramente reduciremos el índice de accidentes y además comenzaremos a tener un tránsito ordenado.