Las retenciones se aprobaron, bla, bla. “La oposición le dijo a los ruralistas que ya empiecen a explorar la vía judicial”, escuché decir en un canal de televisión.

Señores: esto recién está empezando. La Constitución argentina establece que nuestro Parlamento es bicameral. Es decir, tiene dos cámaras y las dos deben aprobar los proyectos de ley que se presenten. Por ahora, sólo se dio el primer paso, el primer tiempo del partido de fútbol. El debate ahora tiene que ir al Senado.

Y el Senado, por sus características propias, puede presentar serias dificultades. Los diputados representan a los ciudadanos. Es decir, que cada diputado representa a un grupo de habitantes de cada una de las provincias del país. Dado que la mayoría de los argentinos viven en zonas urbanas, la mayoría de los diputados también son urbanos.

El Senado representa a las provincias. Cada provincia tiene tres senadores, independientemente de cuántos habitante tenga. Como la mayoría de senadores pertenecen a provincias agropecuarias, la votación puede ser absolutamente distinta. El voto de los diputados de La Pampa, proporcionalmente, vale menos en Diputados que en el Senado.

Con esto no digo que el Senado vaya a votar distinto, sino que empieza una nueva discusión, el segundo tiempo: nuevamente las comisiones, las audiencias, la sesión maratónica… Y en el medio de esa discusión es casi imposible que no surja alguna modificiación. Si aparece un mínimo cambio, esto tiene que volver a Diputados, el alargue. Y otra vez comisiones, audiencias, sesiones maratónicos.

Así que, calma a todos. El debate recién empieza.