No en Diputados, pero sí en el Senado, hubo una sesión también maratónica, que se extendió por 22 horas, nada menos. Tres más que la que nos ocupa, aunque eso sí, medió un cuarto intermedio en aquella ocasión.

¿Cuál es la sesión del Senado de la que hablamos? La maratónica e histórica sesión en la que se debatió y concluyó aprobando el Tratado de Paz y Amistad con Chile.

Ya el gobierno de Raúl Alfonsín había convocado a un plebiscito el 25 de noviembre de 1984, en el que el 82% de la población se había pronunciado a favor de la propuesta papal y sólo un 16% lo había hecho en contra, una postura que atizó el entonces senador justicialista Vicente Leónides Saadi. Por ese entonces, el gobierno radical recibió desde el peronismo como único respaldo el del riojano Carlos Menem, lo cual le valió que Alfonsín lo definiera como “el mejor gobernador del país”.

Pese al resultado de la consulta, Saadi sustentó en el Senado la postura adversa del PJ en una sesión que se inició el martes 14 de marzo de 1985 a las 19 y pasó a un cuarto intermedio a las 3.20 de la madrugada del miércoles 15. Se reinició la sesión a las 16, para concluir finalmente a las 7 de la mañana con un ajustadísimo resultado favorable a la aprobación del Tratado: 23 votos a favor, 22 en contra y una abstención, la del radical chaqueño Luis León.

Votaron a favor del tratado 17 de integrantes del bloque radical de esa Cámara en la que no era mayoría, sumando los votos de los bloquistas Gómez Centurión y Francisco Gil, los correntinos Ricardo Leconte y Gabriel Feris, el formoseño Manuel Vidal (MID) y el neuquino Jorge Solana (MPN). Se pronunciaron en contra los 21 senadores peronistas, más el sanjuanino Elías Sapag, que solía votar en consonancia con el PJ, como ya lo había hecho en oportunidad de naufragar en ese Cuerpo la ley Mucci.

Si bien por entonces los reglamentos daban más amplitud para la extensión de las exposiciones, este dato vale como para tener en cuenta la extensión que podría llegar a tener el debate sobre las retenciones en el Senado. Y a propósito de la eventualidad de un empate en la votación y todo lo que se ha dicho sobre la reglamentaria participación de Julio Cobos en un eventual desempate, en esa sesión maratónica de 1985 también se especuló con un desempate del vicepresidente Víctor Martínez. Con un dato de color anexo: a sabiendas de que el titular del Senado tenía que viajar esa noche al exterior, y por ende abandonar la sesión, deliberadamente la oposición trató de alargar las exposiciones, a fin de que Martínez se fuera finalmente y tomara su lugar el presidente provisional del Senado, perdiendo así el radicalismo un voto.

El vice de Alfonsín dilató la hora de salida y así, bien temprano, se definió la controversia en el recinto.