Fue la persona más buscada durante la sesión. Su voto, el único que hasta último momento estuvo en duda, terminó definiendo la suerte del proyecto oficial sobre retenciones al agro. Esta mañana, el radical K Emilio Rached fundamentó su postura y aseguró que “no se puede construir desde un sector diciendo que los otros son los malos porque esas conductas nos conducen a la soberbia y en vez de al estrellato, nos lleva a estrellarnos”.

El legislador santiagueño aseguró que en ningún momento sintió temor por las reacciones que podría provocar su decisión. “No tengo miedo de volver a Santiago. Durante el gobierno juarista sufrí todo tipo de persecución por ser el líder opositor al régimen. Yo le hice la primera huelga de hambre al juarismo. No le tuve miedo a eso, cómo voy a tener miedo ahora”, explicó.

Con respecto a cómo queda la relación de los radicales K que votaron en contra del proyecto del Gobierno, indicó que eso no es algo que le preocupe. “A mí me preocupa cómo queda la relación con la gente. La relación entre los políticos es secundaria y temporal. Acá lo que hay que reconstruir es el lazo con la ciudadanía. No se puede desde un sector diciendo que los otros son los malos. Esas conductas nos conducen a la soberbia y en vez de al estrellato, nos llevan a estrellarnos”.

Rachid apoyó la actitud del vicepresidente Julio Cobos, que tampoco acompañó el proyecto oficial y terminó definiendo el empate. “En las expresiones de Cobos esta sintetizada una tranquilidad en cuanto a un posicionamiento y una voluntad de que al gobierno le vaya bien” y agregó que ” ninguno de los 36 senadores que votaron en contra está pensando con qué parte del poder se puede quedar”.

“Yo siempre he apoyado al Gobierno pero soy crítico con las cosas que considero que se hacen mal. El compromiso es con el pueblo. Esperemos que esto sirva para reflexionar, con humildad. Este es un gobierno con muchos aciertos y si se ha equivocado en algo tiene mucho tiempo para solucionarlo”, culminó.