“Mi inicio en la participación política fue a través de la Fundación Creer y Crecer. Soy licenciada en Ciencias Políticas, a partir de ello intervine en una investigación relacionada con los municipios en la Argentina y desde que Mauricio Macri comenzó a conformar Compromiso para el Cambio trabajamos en ese emprendimiento. Fue mi primera experiencia en el ámbito político y también mi primer compromiso partidario, ya que significó mi primera afiliación”.

Clara, concisa, la legisladora del PRO Luciana Blasco explicó a Parlamentario sus orígenes en la política. En ese marco, dejó claro que para ella, la responsabilidad social no sólo atañe al empresariado, sino también a los dirigentes y sobre todo a la clase política.

Se muestra heterogénea, pero aclara: “No soy apartidaria, en virtud de ello es que estoy afiliada a CpC. Además, he creído siempre que los partidos políticos son una herramienta importante y fundamental para la construcción de la democracia, dentro del debate y el consenso”.

La aclaración alude a lo que se denominó en su momento y en forma crítica hacia su sector como “una derecha retrógrada”.

La repregunta remite obviamente a una definición sobre su posicionamiento ideológico. Y la respuesta está aggiornada a los tiempos que corren. “Me cuesta mucho, después del uso que se hizo de los términos ‘derecha’ e ‘izquierda’, situarme en algunos de ellos, ya que han sido muy vapuleados y se ha generado un debate nada sensato y tampoco serio”, es la respuesta.

Blasco fundamenta ante Parlamentario su inclinación hacia las Ciencias Políticas. “Soy una ferviente creyente de la política, de los partidos políticos como herramientas de transformación -dice-. Creo en la democracia, en las instituciones y en la República; estoy persuadida que debemos trabajar todos para lograr un país mas integrado, solidario, mas sustentable”.

“Me identifico con la democracia, el consenso, la participación, me parece que la discusión que se ha dado en los últimos tiempos sobre izquierda o derecha, sin debatir los asuntos de fondo, nos ha hecho mucho daño, nos predispone más a encontrar las diferencias entre nosotros que las similitudes”, esboza, ratificando su compromiso democrático.

La diputada del PRO dice estar segura de que dentro de la Legislatura hay mucha gente que se encuadra en distintos partidos políticos con las cuales se puede trabajar y lograr objetivos que importan a todos. Hoy el desafío es ese: buscar los consensos y dejar las diferencias, es posible construir un futuro desde allí.

“No creo ni pienso que las ideologías se hayan muerto. Yo entiendo como ideología la visión sobre el mundo que uno tiene desde el lugar en el que cada uno está parado”, reflexiona, para agregar a continuación que “siempre hay una visión del mundo, cuando se habla, cuando uno piensa, cuando sugiere, cuando esboza una opinión o cómo debe resolverse determinado problema, siempre hay una visión del mundo, implícita, de lo que el mundo es y de lo que debería ser”.

En cuanto a su labor en la Legislatura porteña, sostiene que “consiste en discutir las propuestas que todos los legisladores acercan con el ánimo de resolver los problemas sociales que puedan existir en la Ciudad. Con ellos perseguimos el más alto consenso para que las mismas sean transformadas en políticas concretas”, dice.

Respecto a la gestión social del Gobierno porteño, evalúa que “en lo que al Ejecutivo respecta, se continúa con el programa de Ciudadanía Porteña, el que se viene desarrollando desde hace tiempo; la idea es llevar todos los planes sociales -subsidios y apoyos económicos- en vigencia en la Ciudad y volcarlos en el ámbito del plan Ciudadanía Porteña, ya que es una instancia que todos los estamentos sociales y políticos reconocieron la importancia que ha tenido en una justa distribución de los recursos”.

En cuanto a su labor legislativa, Luciana Blasco indica que “fundamentalmente he venido trabajando dentro de las políticas sociales y mas específicamente en lo que se refiere al tema infancia; desde la Legislatura trabajamos mancomunadamente junto al Consejo de Derechos y a la Dirección de la Niñez, los dos organismos que dentro del gobierno trabajan en todo lo concerniente a la infancia. En ese sentido se está trabajando en la ejecución de diferentes planes, dentro de los cuales se destacan el que se refiere a niños en situación de calle, que es un desafío importante, dado que en virtud de la Ley 26.061, se nos transfirió la relación con un gran número de organizaciones no gubernamentales ya que las mismas con el Gobierno nacional tenías convenios, los cuales han sido traspasados a la Ciudad”, manifiesta.

“Hoy estamos en hacer una evaluación de todas las organizaciones traspasadas y un profundo análisis de los legajos de los chicos que contienen las mismas y poder resolver la situación de cada uno de ellos; fundamentalmente, mediante la revinculación familiar o buscando alternativas a la internación; porque creemos que la internación debe ser un mecanismo excepcional ante una situación extraordinaria y no una regla general”, afirma, convencida de cual es el camino correcto.

Según expresa Blasco, “los centros de acción familiar desde los cuales se desarrolla una política de inserción de la infancia e inclusive se ocupa de la inserción de la familia del niño, que en la mayoría de los casos se encuentra en situación de vulnerabilidad social”, son de suma importancia.

“Asimismo está el programa de jardines maternales, el cual está siendo adecuado para que cumpla más eficazmente su función a través del nombramiento de un mayor número de docentes, equiparándolos a las condiciones que se brindan en los centros dependientes del Ministerio de Educación”, sostiene en clara señal de que el tema es nivelar para arriba.

Agrega asimismo que “también está en funcionamiento el programa para fortalecer los microemprendimientos encabezados por personas con capacidades diferentes”, algo que viene siendo muy reclamado por los sectores afectados.