Se cumplieron siete días del "No" de Cobos, pero el desafío para el kirchnerismo en el Parlamento recién comienza. Por delante tiene nada más ni nada menos que la nueva ley de Radiodifusión, la reestatización de Aerolíneas Argentinas y la nueva ley de Educación Superior. Pero la tarea clave será mantener los bloques mayoritarios en ambas cámaras.
“Mi voto no es positivo” dijo el vicepresidente Julio Cobos, con un tono nervioso y previsor de lo que ocurriría luego del rechazo del polémico proyecto que impulsaba el Gobierno nacional para ratificar las retenciones móviles al agro.
Este jueves se cumplió una semana y todavía retumba en el recinto del Senado el “No” de Cobos, mientras el escenario político se reacomoda, la actividad parlamentaria ha sufrido una notable merma en su vorágine.
Tras observar como el vicepresidente se convertía para muchos en “héroe nacional”; el ministro de Economía, Carlos Fernández, derogaba la resolución 125; y el el jefe de Gabinete de Ministros, Alberto Fernández, renunciaba; el Congreso entró en un receso invernal.
Uno de los hechos destacados con lo que empezó la semana fue el anuncio de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner sobre la reestatización de Aerolíneas Argentinas, lo que involucra al Congreso porque debe dar el visto bueno.
En este sentido, el ministro de Planificación, Julio De Vido, anunciaba que se enviaría el acuerdo entre el Gobierno nacional y el grupo accionista de Aerolíneas, Grupo Marsans, a la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones.
Esta comisión no estaba conformada pero este martes se nombraron los respectivos miembros. Seis diputados y seis senadores, con la particularidad que nueve de los doce, han votado a favor de las retenciones.
Sin dudas que el final que tuvo el tratamiento de la resolución 125 impregnará todos los futuros debates sobre cualquier tema. Los pases de factura por presuntas “traiciones” de propios legisladores del Gobierno que han votado en contra, no tardarán en llegar. Tampoco faltará la chicana política de los “victoriosos” opositores que por primera vez en la era Kirchner, han podido torcer una votación.
Del clima tenso que se vivirá durante el resto del año en el Parlamento, dio cuanta una reunión ordinaria de Comisión de Derechos Humanos de la Cámara baja cuyo debate estaba centrado en un proyecto de ley del oficialismo para retirar todo elemento recordatorio a los funcionarios ligados al proceso de la última dictadura militar.
En el encuentro de comisión, el diputado de la Coalición Cívica Juan Carlos Vega comentó de forma irónica, sin dejar de sonreír: “Parafraseando a un dirigente que todos conocen, mi voto en este proyecto no es positivo”. Al cruce le salió la kirchnerista formoseña Graciela de la Rosa, sin ocultar su fastidio. Esta le contestó: “Por favor, no hay que dudar, hay que decir claramente si se está a favor o en contra”. Para caldear más lo ánimos, el diputado Dante Gullo arremetió que “el gen de esos golpes de antaño está todavía en la Argentina y muchas partes del mundo”.
La tarea de los jefes de bloque del oficialismo en ambas cámaras no será fácil, ya que hubo muchos roces y encontronazos con diputados y senadores del propio riñón k. La primera baja fue la diputada santiagueña Marta Velarde, quien se alejó del Frente para la Victoria.
Sólo se cumplió una semana del “No” de Cobos, pero el desafío para el kirchnerismo en el Parlamento recién comienza. Por delante tiene nada más ni nada menos que la nueva ley de Radiodifusión, la reestatización de Aerolíneas Argentinas y la nueva ley de Educación Superior.
El receso durante esta semana y la próxima, permitirá trazar las nuevas estratégias.
