El diputado nacional Miguel Giubergia presentó un nuevo pedido de informes para que el Gobierno brinde detalles referidos al traspaso de Aerolíneas Argentinas y Austral a manos del Estado nacional.

Giubergia exige que se de a conocer el monto a desembolsar por parte del Gobierno Nacional para reestatizar las empresas; el detalle de las deudas que se tienen que renegociar con la concesionaria de los aeropuertos (AA2000), con la AFIP, con la Fuerza Aérea y con la Anses; y el plan estratégico diseñado para el salvataje de las compañías aéreas.

También quiere que el Gobierno explique si luego de proceder a la reestatización de Aerolíneas y Austral, está previsto privatizarlas y, si esto es así, en qué valor estimativo; cuál es el personal afectado a la transferencia de las citadas compañías aéreas; de qué información dispone el Gobierno sobre dos Airbus 320 que había incorporado Marsans a principios de año; cuál es el costo estimado de la puesta en funcionamiento de siete aviones nuevos y si en el acuerdo firmado con el grupo Marsans se hace referencia a sus reiterados incumplimientos contractuales, fundamentalmente los compromisos de inversión.

Por último, Giubergia, vicepresidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, consulta sobre la nómina de integrantes del Consejo de Transición mixta y solicita al Gobierno que remita a la Cámara baja el acuerdo de transferencia firmado con el grupo Marsans.

Al fundamentar el pedido de información, Giubergia afirma que el traspaso de Aerolíneas Argentinas significará para el Estado Nacional asumir la deuda de u$s 900 millones que dejan los operadores españoles: “De alguna manera, el gobierno ha contribuido a llegar a esta situación económica financiera de la empresa, al no realizar los controles respecto de los compromisos asumidos por el Grupo Marsans al hacerse cargo de la compañía aérea de bandera nacional”, dijo.

“Desde principios de mes, el Estado aportó 34 millones de dólares para pagar sueldos, combustible, repuestos y algunos alquileres de aviones de Aerolíneas y Austral, que tienen un déficit operativo de un millón de dólares por día. En sólo siete días, aumentó en 20 millones de dólares la deuda de Aerolíneas, hasta 260 millones de dólares contra US$ 240 que contabilizaba el Gobierno la semana pasada. Marsans recibió de la SEPI otros US$ 758 millones para sanear a Aerolíneas, y sin embargo hoy debe 890 millones de dólares y pierde entre 25 y 30 millones por mes”, recordó Giubergia.

“También fue modificada la estimación sobre el personal, ya que se anunció que los empleados de Aerolíneas y Austral “son 10.000”, cuando fuentes gremiales como del Gobierno aseguraban días atrás que no llegaban a 9.000 los empleados de Aerolíneas, Austral y las empresas controladas”, afirmó.

“Julio Alak, nuevo Gerente general de la empresa, anunció que en los próximos días pondrán en condiciones de volar dos Airbus 320 que había incorporado Marsans a principios de año, operación que había sido denunciada por los pilotos de Aerolíneas, quienes aseguraron que se trataba de aeronaves caras y con demasiadas horas de vuelo. Alak manifestó también que el objetivo inmediato “es poner a volar siete aviones más”, pero se desconoce el costo operativo de tal finalidad. Según estimaciones de empresarios del sector demandará alrededor de US$ 200 millones para hacer frente a los numerosos vencimientos financieros y la puesta a punto de dos tercios de la flota”, agregó.