A las 18.25 comenzó la era Massa. A partir de ahora hay un Fernández menos en el Gobierno y precisamente la Fernández principal, Cristina de Kirchner, le tomó juramento al flamante jefe de Ministros, Sergio Massa.

Fue en un colmado Salón Blanco de la Casa de Gobierno, en el que se dieron cita funcionarios, diputados, senadores, empresarios, sindicalistas y representantes de organizaciones de derechos humanos, además de familiares y amigos del protagonista principal del evento.

Y todos los ojos se pusieron, además de en Sergio Massa, en el jefe de Ministros saliente, Alberto Fernández, quien desde el viernes no aparecía en público. Afectado por un principio de neumonía, el hombre había permanecido recluido en su departamento de Puerto Madero desde que anunció la defunción de la polémica 125, y todas las informaciones lo daban guardando un reposo que pocos creían.

Pero al menos la cara que se le vio este jueves parecía certificar el mal estado de salud que lo aquejó los últimos días, porque se lo vio bastante pálido, como si la tensión de los últimos cinco años se le hubiera venido encima.

Alberto Fernández se abrazó con su sucesor deseándole suerte y también se saludo afectuosamente con la Presidenta.

Las primeras palabras del nuevo funcionario fueron para expresar su “orgullo y satisfacción”. Emocionado, agradeció la confianza en él depositada y aseguró que se va a juntar pronto con su antecesor para analizar los temas pasados y pendientes.

Massa contó que antes de jurar Cristina Kirchner le dijo “tenés 30 segundos para arrepentirte”.

“Ya mismo me voy a poner a trabajar”, concluyó el flamante funcionario antes de salir del salón. Pocos minutos después ya se lo vería dando una conferencia junto a Julio De Vido acerca de la reestatización de Aerolíneas Argentinas.