En sus observaciones al proyecto proveniente del Senado que propone cambiar el nombre a la Ruta 9 “Pedro Eugenio Aramburu” por el de “General Juan José Valle”, la diputada nacional Nora Ginzburg advirtió que apoya la idea de homenajear al militar fusilado, “cuya muerte absurda no encuentra justificación alguna”.

Pero aclaró que se debería nombrar en su honor una nueva ruta o calle, por cuanto considera improcedente hacerlo en este caso de la manera que la iniciativa propone.

En sus fundamentos, la legisladora destacó: “¿Quién había conferido a Montoneros la facultad de ejercer, en la sórdida soledad de un sótano, ‘justicia revolucionaria’ para ‘vengar’ esas horrendas muertes? El asesinato de Aramburu fue manifiesto doctrinario, macabra presentación en sociedad y primera gran operación mediática de propaganda armada de Montoneros”.

Ginzburg remarcó que tanto Valle como Aramburu merecen su homenaje, y que nada obsta a que el nombre del primero sea colocado en otra autopista, ya que ambos fueron víctimas de la violencia que rigió nuestro país durante décadas, pero que el nombre de la ruta denominada “Teniente General Pedro Eugenio Aramburu” no fue consecuencia del fusilamiento del General Valle, sino en memoria del asesinato cobarde de Aramburu.

“De seguro que por este camino nunca nuestro país recuperará la paz, pues en este derrotero pronto llegaremos a suprimir la calle Lavalle, porque éste ordenó el fusilamiento de Dorrego, lo cual a esta altura de los tiempos, y más allá de las simpatías que cada uno tenga, es un verdadero despropósito. Anclados en el pasado es imposible mirar el presente y construir para el futuro”, concluyó.