Toda la expectativa estará puesta en lo que vaya a suceder en ambas cámaras con los senadores rebeldes. Esto es, aquellos oficialistas que votaron contra las retenciones móviles.

Por eso es importante conocer la opinión de un pingüino auténtico, el senador Nicolás Fernández, para verificar lo que puede llegar a ocurrir en el Senado.

Al respecto, Fernández descartó que vayan a organizar una casa de brujas contra los ocho rebeldes y en cuanto al vicepresidente, dijo que "no estuvo a la altura de las circunstancias" y que "lo juzgará la historia", tal cual el propio Cobos vislumbró en aquella histórica sesión que concluyó con su voto "no positivo".

El santacruceño Nicolás Fernández sostuvo que "algunos votaron a favor de sus intereses y otros lo hicieron porque tienen un proyecto político distinto al de la Presidenta".

En tal sentido, aclaró que "yo esperaba la abstención del senador Roberto Urquía" y subrayó que "de los 2500 millones de dólares que estaban en juego, la mitad o un poco menos los tenía en juego él".

Disparó particularmente sobre el vicepresidente, sobre quien dijo que "omitió dos cosas: él no es senador, sino el vicepresidente y además no estuvo a la altura de las circunstancias. No entendió qué significa ser el vicepresidente en el Senado de la Nación"

"Esta es la primera vez que se debate la distribución de la renta y todo deja un aprendizaje: la Argentina está mucho más madura que en otras épocas, pero no tanto como para llevar adelante una fuerte discusión de redistribución de renta", agregó en declaraciones periodísticas.

Dijo además que "hay senadores que, sin ninguna duda, en cuanto terminó la votación continuarán en el bloque. No voy a hacer nombres, pero no tengo duda de que el bloque va a tener 38 o 39 senadores"

"El bloque deberá darse un debate, pero creo que nadie está esperando que salgamos a una caza de brujas", aclaró, aunque concluyó con una sentencia: "no es lo mismo estar juntos que estar amontonados".