En Casa de Gobierno, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el vicepresidente Julio Cobos estuvieron frente a frente. La reunión fue a puertas cerradas y los medios de comunicación ni pudieron acercarse.
Ni una foto se sacaron juntos la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y Julio Cobos, en el primer encuentro que mantuvieron tras el rechazo del vicepresidente a las retenciones móviles.
El adelanto del ministro del Interior Florencio Randazzo formulado el martes se confirmó. En realidad, la confirmación corrió por cuenta de Sergio Massa, quien en un encuentro con la prensa, como quien no quiere la cosa cerró el diálogo señalando que "ya que la Presidenta tiene un hueco en la agenda, recibirá al vicepresidente".
Así fue que Cristina recibió finalmente a Julio Cobos, en Casa de Gobierno, durante 45 minutos. Pero no hubo ni una sola foto que graficara el encuentro que, se descuenta, fue "a cara de perro".
Encargados de ser voceros del encuentro fueron Sergio Massa y Florencio Randazzo, quienes dieron una conferencia de prensa en la que sólo el primero habló. Cometiendo de paso su primer "blooper" en la función pública, al hablar de un encuentro entre "el Presidente y la vicepresidenta"...
Massa calificó la reunión como "sobria y seria" y dijo que en la misma Cristina "fue muy profunda y sincera en el diálogo".
El encuentro no fue a solas, sino que también estuvieron el jefe de Gabinete y el ministro del Interior.
Según Massa, la reunión "fue sin adjetivaciones a personas o a conductas", y agregó que la Presidenta "fue muy profunda y muy sincera en el diálogo con el Vicepresidente de la Nación".
"Cada uno en su rol institucional vamos a seguir trabajando en favor de todos los argentinos", remarcó Sergio Massa.
Si bien Cobos había pedido públicamente un encuentro con la jefa de Estado tras una reunión con los principales referentes del "radicalismo K", el vicepresidente hizo llegar recién el martes formalmente su solicitud vía carta a la residencia de Olivos.