No fue necesario esta vez que Cobos recorriera los más de mil kilómetros rumbo a su casa mendocina, pues la Presidenta dispuso un avión de la flota presidencial para su vice.
Un gesto es un gesto. Y esta vez lo tuvo Cristina Fernández de Kirchner para con su vicepresidente. No sólo el hecho de haberlo recibido en su despacho y concederle 45 minutos de su ajustada agenda, sino también habilitarle un avión para que pudiera irse a Mendoza.
Recién volvió y ya vuelve a irse?, se preguntará el sorprendido lector. Sucede que el vicepresidente debía concurrir a Mendoza por una desgracia, ya que tenía que asistir al velatorio de un familiar.
Así las cosas, enterada del tema, la Presidenta dispuso que el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, dispusiera un avión para el rápido traslado de Julio Cobos.