Sigue el acercamiento de la Presidenta hacia el socialismo. O al menos a una parte del socialismo. Esta semana designó a un hombre del socialismo bonaerense en un cargo de relevancia en la remozada Jefatura de Gabinete. Y este jueves recibió a la viuda de Alfredo Bravo.

Marta Becerini de Bravo llegó a la Casa Rosada de la mano precisamente del flamante funcionario de la Jefatura de Gabinete, Oscar González, y del diputado socialista K Ariel Basteiro.

La Presidenta aprovechó la oportunidad para manifestarle a la viuda del dirigente socialista su admiración por el dirigente con quien en su momento compartiera espacio en la Cámara de Diputados de la Nación. No pudo ser en cambio colega de Bravo en el Senado, habida cuenta de que el dirigente socialista no alcanzó a asumir en esa banca que fue motivo de un diferendo entre Nueva Dirigencia y el ARI, que aliado con el socialismo promovía a Bravo.

Ya pasó bastante tiempo desde entonces, pero los memoriosos recuerdan cierto disgusto del socialismo hacia la propia Cristina, quien por entonces le habría bajado el pulgar a la postulación de Alfredo Bravo, en favor de María Laura Leguizamón, con quien se aseguraban un miembro más en el Senado, camino a la mayoría que no tardarían en conseguir.