El funcionario del Ministerio de Planificación a cargo de Julio De Vido, tuvo que dar explicaciones sobre el traspaso del paquete accionario de Aerolíneas Argentinas y Austral, ante el plenario de las comisiones de Presupuesto y de Transporte de Diputados.

Casi sin excusas para estar ausente, el secretario de Transporte Ricardo Jaime tuvo “bautismo de vuelo” al exponer por primera vez en el Congreso. Fue por el tema de Aerolíneas y no le escapó al eje de la controversia: el dinero que debe pagar el Estado Argentino según la deuda declarada por el Grupo Marsans y lo que verdaderamente es exigible.

En un pasaje de su defensa del proyecto del Gobierno, Jaime sostuvo, basado en un informe elaborado por la empresa, que las cifras de la deuda de ambas empresas llegarían a un total de más US$ 890.684.122.

La deuda de Aerolíneas Argentinas es de 740.004.205 millones de dólares y de Austral US$ 150.679.917.

Ahora bien, Jaime explicó que lo que puede exigir el grupo español por Aerolíneas son US$ 186.455.012 y por Austral US$ 53.961.160.

Exigible se considera, por ejemplo, los pasajes que se han vendido a futuro que suman US$ 146.741.933. En concratos con acreedores de alquiler y compras de aviones se deben 470 millones de pesos, “por lo que hay que lograr una refinanciación”.

Otra cifra que demuestra la delicada situación de Aerolíneas Argentinas es que por día provoca un pérdida de 1 millón de dolares.

Al ser consultado por las multas aplicadas, el funcionario destacó que se multó por diversas cuestiones por 50 millones de pesos al Grupo Marsans desde el 2003, y siempre se terminó por la vía judicial.

Los números asustan y son mucho más de lo que se discutía sobre las retenciones al sector agropecuario. “No queremos que la deuda la paguen todos los argentinos y luego se negocie con algún grupo empresario amigo”, disparan desde el radicalismo. También desde el mismo oficialismo esperan más definiciones sobre el futuro y los números de una línea que por ahora no levanta vuelo en Diputados.