En la segunda jornada de debate sobre el proyecto de ley que impulsa el Gobierno nacional para reestatizar la línea aérea de bandera, los gremios del sector aeronáutico expusieron ante el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados.

El titular de APLA, Jorge Pérez Tamayo, manifestó que en “su gremio esperan que con la reestatización propuesta de Aerolíneas Argentinas y Austral se pueda revertir lo que era el funcionamiento de las empresas”.

Pérez Tamayo había adelantado que dejaría toda la información que requieran los diputados para que ellos puedan tener un panorama más claro sobre la situación de Aerolíneas.

Pero el que fue directo en su mensaje, fue el vicepresidente Pablo Biró, quien sentenció: “Estos gallegos ladrones”. Luego se rectificó, pero ya era tarde. La acusación tuvo lugar durante una respuesta sobre la situación de Aerolíneas y la venta de los simuladores.

Ante esta situación, el diputado del PRO Esteban Bullrich aclaró que los simuladores no los vendió Marsans sino Iberia.

Luego, Pérez Tamayo manifestó que “la situación era prácticamente insostenible, había un desgerenciamiento total y absoluto”.

Sobre el rescate, Pérez Tamayo remarcó que “evidentemente había que cambiar el rumbo. Fue una determinación que el Poder Ejecutivo ya tomó al mandar al Congreso el proyecto de reestatización”.

“Nosotros hemos insistido que, independientemente de la falta de inversión, en Aerolíneas había una anaquía total y cada uno de los sectores trabajaba de forma separada”, explicó el titular del gremio de pilotos.

En ese sentido, consideró que el nuevo gerente de Aerolíneas, Julio Alak, “está interiorizándose de la problemática” y remarcó que cuando las nuevas autoridades “piden ayuda, nosotros (los gremios) se la damos”.

Ejemplificó con el caso del esquema de programación de vuelos: “Había pilotos que estaban volando un 50 por ciento de lo que podían hacerlo y a través de la nueva programación que armamos, pudimos realizar 14 vuelos que en un principio se había decidido cancelar”, contó el dirigente.

“Es básico que los intereses individuales políticos no prevalezcan sobre los intereses institucionales o nacionales”, pidió Pérez Tamayo.

Los legisladores “están todos de acuerdo en que se tiene que hacer la reestatización, pero las diferencias aparecen a la hora de ver qué pasa con la deuda” de las empresas.

Consideró también que “es una locura” la propuesta de algunos legisladores de declarar la quiebra con continuidad de las empresas, porque “se caen los permisos, el nombre (de las empresas), los préstamos. La situación es muy seria. Las consecuencias de la quiebra pueden llegar a ser nefastas”, advirtió.