Las autoridades designaron para la Feria del libro de Frankfurt las imágenes de Evita, Gardel, Maradona y el Che, desatando críticas desde el Congreso.
La elección de los íconos argentinos que llevará nuestro país a la Feria del Libro de Frankfurt despertó reacciones en el Congreso.
Uno de los que manifestó su preocupación fue el diputado nacional del radicalismo José García Hamilton, quien apuntó hacia las instrucciones atribuidas a la Presidenta de la Nación en el sentido de que la argentinidad esté representada en ese evento internacional por “cuatro figuras populares sin reconocimientos en el universo literario como Eva Duarte de Perón, Carlos Gardel, Diego Armando Maradona y Ernesto ‘Che’ Guevara. A ellos, con posterioridad, los acompañarán Jorge Luis Borges y Julio Cortázar”.
Recordemos que ya había advertido sobre esta situación la diputada nacional Lidia “Pinky” Satragno, quien calificó la elección de esas figuras como “dislate”.
García Hamilton, en tanto, presentó un proyecto en el que recuerda que en la primera reunión del Comité Organizador, cuya conducción ejerce la hoy embajadora Magdalena Faillace, manifestó que la idea es tomar el idioma de los argentinos y mostrarlo en las distintas etapas de nuestra literatura. Pero aclaró que se concurría a una feria y no a un congreso lingüístico, ante una pregunta acerca de si se iba a integrar a la Academia Argentina de Letras el Comité Organizador.
“Es que su integración se compone de un representante de la Jefatura de Gabinete, la Secretaría General de la Presidencia, la de Medios, la de Cultura, la de Turismo, las Cámaras Argentinas del Libro y de Publicaciones, la Fundación El Libro y la Fundación Exportar, además de la Cancillería que aporta una partida especial de su presupuesto –agrega el proyecto-. Es claro que no hay representantes de las provincias argentinas, que en materia de cultura y tradición algo tienen para decir. Tampoco de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que fue excluida a pesar de que el tango es uno de los elementos específicos de esta ciudad, sobretodo en cuanto a turismo se refiere, olvidándose nuevamente que nuestro país es federal”.
El diputado García Hamilton puntualizó que “el presidente de la Academia Argentina de Letras manifestó que no está escrito en lugar alguno que los íconos sólo pueden ser populares, pues si alguien representa la literatura argentina en el mundo, ese nombre es Borges. Sabemos que luego fue incluido. Menos mal”.
La embajadora Faillace, ante la creciente cantidad de críticas de ese tenor, afirmó que quienes critican no entienden lo que es un icono y que en esa categoría no entran un libro ni un escritor, con excepción de Borges, destacó García Hamilton, para quien todo es “muy contradictorio y confuso”, y “causa asombro la arbitrariedad conceptual con que se maneja la embajadora Faillace asumiendo que es única que sabe lo que es un icono”.
“Nuestro conocimiento de los íconos parte de la representación de las imágenes sagradas pintadas o hechas en relieve que ornamentan y son veneradas en las iglesias ortodoxas. Hasta me atrevo a decir también que los originales y antiguos son muy valiosos. Pero quizás este saber nuestro, en apariencia lineal, está compuesto por los elementos que hoy pueden configurar un icono contemporáneo. Ellos serían: representaciones de imágenes, retratos, estatuas, etc. Y lo sagrado, que también es revelador, pues los personajes indicados por la Presidente, salvo Borges y Cortázar, han sido ubicados en tal categoría”, agrega García Hamilton.
El diputado radical añade que “quienes no acordamos con este punto de vista, pasaríamos a ser iconoclastas sujetos a excomunión debido a nuestra herejía por el simple hecho de negarnos a rendir culto a las imágenes sagradas de la cultura oficial”.
José Ignacio García Hamilton continúa diciendo que “según Faillace, el eje está puesto en dar una imagen del país a partir de nuestra identidad cultural. Y ahí está la identidad cultural que nos sirve de espejo: Maradona, Gardel, Evita, el “Che” Guevara, y con ellas vamos a la Feria del Libro de Frankfurt. Lamentable. Y es más lamentable si se trata de un nuevo capricho que debe ser aceptado sin dar el necesario debate. Es decir, a libro cerrado”.
“En el convencimiento de que la argentinidad no se objetiva ni se conforma de tal manera, y que para ello es indispensable el necesariamente libre debate de ideas que propongo, es que solicito que mis pares me acompañen con su firma en este proyecto dirigido a corregir la forma antojadiza de imponer los temas que importan a la sociedad”, concluye el diputado radical.
