“La decisión de pagar cash nuestra deuda en default ante el Club de París exige ser ponderada fuera del golpe de efecto que pretende producir”, disparó el diputado radical Oscar Aguad, respecto al pago del Gobierno al Club de Paris.

El jefe de bloque de la UCR sostuvo que “la utilidad se comprobará con sus resultados en la atracción de inversiones productivas de largo plazo. No pueden usarse reservas de libre disponibilidad y destinadas a pagar deuda que no sea con organismos multilaterales sin pasar por el Congreso”.

Haber realizado este anuncio, continuó Aguad, cuando el sector productivo clama por financiamiento accesible, indica el grado de aislamiento y desconfianza que suscita este gobierno, que debió pagar tasas de interés tres veces más elevadas para financiarse.

“El achicamiento de los superávit, la caída de la inversión bruta fija, la escasez energética y los vencimientos que se deben afrontar el año próximo son los indicadores que generan desconfianza. Tomada esta costosa medida, hay que lanzar un programa de medidas simultáneas que otorguen certidumbre y previsibilidad a las inversiones nacionales y externas directas, indispensables para no caer en incumplimientos y extraer provecho de este pago”, explicó Aguad.

Por ahora -dijo el titular del bloque radical- se compra de contado la confianza que no se logra ganar con el desenvolvimiento de nuestra economía, cuyas variables se distorsionan y falsean.

“El adecuado uso de las preciosas reservas no puede quedar a merced de una necesidad política, sino encuadrarse en prioridades seleccionadas para su pronto recupero”, cocnluyó.