José Pampuro esta vez no se puso el cassette a la hora de opinar sobre los incidentes registrados en Castelar y Merlo, en el conurbano bonaerense. Al preguntársele qué pensaba de la función de la Secretaría de Transporte, el presidente provisional del Senado dijo que se trata de “un área que está funcionando mal”.

Para el senador bonaerense, las empresas que tienen la concesión de los servicios públicos “probablemente no están a la altura de las circunstancias”, y admitió que en el área de Transporte “hay un problema” y dijo que “tiene que ser subsanado”.

En declaraciones a la prensa, dijo Pampuro: “Más allá de quien los esté supervisando, es un área que hay que rever porque es una área que está funcionando mal, sea de mi gobierno o sea de otro gobierno. Aquí hay un problema y tiene que ser subsanado”, arremetió.

“La gente viaja mal, muy mal en avión o ferrocarril, se enoja, se irrita”, dijo, para criticar luego a la Secretaría de Transporte por haber firmado el Acta-Acuerdo con la empresa española Marsans por Aerolíneas Argentinas, y quitó del centro de la escena al Congreso de la negociación por la valuación de la compañía aérea. Señaló que “quienes lo firmaron tendrán que ver cómo sigue el Acuerdo, Eso es responsabilidad de quien llevó adelante el acuerdo con la empresa”.

Obviamente no fue Pampuro el único que criticó a Jaime. Desde la oposición, el diputado Eduardo Macaluse consideró que “el funcionamiento cotidiano del ferrocarril es desastroso y eso es responsabilidad del concesionario, por el que hay sobrados motivos para cancelar la concesión”.

“En este caso, las responsabilidades de Ricardo Jaime son inocultables y nosotros insistimos en que debe dejar el gobierno”, aseguró el legislador bonaerense.

El radical Pedro Moroni reclamó a su vez que Jaime rinda cuentas ante la Justicia, en tanto que criticó a la Presidenta por seguir con “la tozudez del Tren Bala”, cuando mientras tanto mantiene “tarifas en los servicios públicos que no resultan operativas y continúa con este verdadero festival de subsidios que reparten discrecionalmente Kirchner y sus amigos”.

Por su parte, el peronista disidente Francisco de Narváez repudió “los actos de vandalismo” en Castelar y Merlo pero también exhortó “al gobierno provincial a que se haga cargo e incluya en la agenda de los temas pendientes con la Nación el serio problema de la ineficiencia del transporte público, que afecta a millones de bonaerenses”.