La aprobación del Presupuesto nacional 2009 es el debate que viene. Está cruzado por los reclamos regionales y sectoriales. Nadie asegura que será votado a libro cerrado. El FpV en ebullición por los números en danza.
“Bueno, ha llegado la hora de demostrar en los hechos la cohesión del bloque”. La frase de uno de los jefes del bloque del FpV que lideran los diputados nacionales Agustín Rossi y José María Díaz Bancalari, entre otros, refleja el incipiente estado de tensión puertas adentro. Recién cuando los números finales del Presupuesto aterrice en la Comisión de Presupuesto y Hacienda se sabrá cómo jugarán los legisladores oficialistas más rebeldes.
Para más de uno de los consultados sobre la fidelidad al proyecto oficialista, la misma será puesta a prueba cuando se produzca el debate no solo en la Comisión, sino fundamentalmente en el recinto a más tardar a fines de octubre, una vez que las posiciones estén clarificadas.
Una de las preguntas que ronda por la cabeza de la dirigencia es también hasta dónde llegará la permeabilidad del Gobierno para ceder en la embestida ya anunciada por los representantes del interior.
La tradición indica que los bloques oficialistas respaldan las políticas del Ejecutivo, pero el panorama está alterado porque no corre más el tradicional “levantamanos”. Aunque como se informara en la edición anterior, la autonomía ejercida en relación a proyectos como los de Aerolíneas Argentinas y de la movilidad jubilatoria, tiene un tope, como se lo hicieron saber los de paladar negro del kirchnerismo a Agustín Rossi. Se percibe que en el bloque existe más de una diferencia de criterios sobre la política oficial. Hasta donde es un misterio a develarse.
Datos
El Presupuesto prevé un dólar de $ 3,35 promedio para el próximo año, un crecimiento del 4% y una inflación, dibujada por cierto, de tan sólo 7,6 por ciento. Claro que la centralidad de un presupuesto de 220 mil millones de pesos, es conocer cuál será la partida que se le asignarán al Ministerio de Planificación Federal, a cargo de Julio De Vido y las partidas sin asignaciones específica, de acuerdo con el diseño de CFK, Sergio Massa, Carlos Fernández y el ideólogo jurídico del kirchnerismo Carlos Zannini, secretario de Legal y Técnica de la presidencia de la Nación, y seguramente monitoreado por el presidente del PJ Néstor Kirchner.
También es motivo de observación y de debate los 450 millones de pesos más para subsidiar a las concesionarias de trenes y el subte porteño para mantener congelados los boletos.
Sin lugar a dudas que uno de los ejes de discusión, no sólo en el seno del oficialismo y que será objetado por todo el arco opositor es la masa de dinero que manejará De Vido. Lo que sucede es que el mismo se ejecutará en un año electoral y las obras públicas, además de servir para mostrar a los ojos, son fuentes de trabajo que se siente con mayor razón en el interior.
Como se parte de la premisa que los controles del Estado no van a funcionar o serán lábiles, desde el oficialismo los gobernadores van a presionar a sus diputados y senadores para que la rebanada sea lo más federal posible y que no quede librado al arbitrio del funcionario.
Una batalla que promete ser la más importante de todas las cifras que se manejarán en función que más de un gobernador, intendente o legislador a presentarse, o para renovar no está dispuesto a ceder un tranco e’ pollo en sus pretensiones. No es para menos, si esperan un mensaje positivo de las urnas.
Todo sigue igual
Desde la oposición ya todos hacen fila para pegarle con algunos datos que trascendieron, en particular el especialista en temas económicos y diputado nacional de la CTA, Claudio Lozano. Afirma que de acuerdo con esos datos, “no tiene las reformas que se esperan desde hace tiempo, ni las señales de redistribución del ingreso ni de readecuación productiva que reclamamos amplios sectores de la sociedad” y que la pauta de inflación es absolutamente irreal.
Además al igual que todo el arco opositor van por la derogación de los Superpoderes, la herramienta legal para modificar las partidas a gusto y paladar del funcionario de turno. En ese sentido el senador Gerardo Morales considera que los mismos tienen que venir eliminados ya que si persisten “se borra de un plumazo lo que decide el Congreso” y confirmó que, tanto del radicalismo como de otras bancadas van a presentar proyectos para derogar esa facultad, ya que el Congreso debe recuperar esa concesión al Ejecutivo.
Los trascendidos indican que la pareja presidencial ya habría decidido eliminar los Superpoderes.
¿Y a nosotros cuánto?
La pregunta es en relación a los números que le corresponderían al Poder Legislativo: A la Cámara alta en la repartija le tocaría 355 millones, o sea un 40% más del presupuesto actual, mientras que a Diputados, si se conservan los números que se retocan minuto a minuto, la cifra llegaría a un 26% más, con lo cual contará para su futura finanzas con más de 280 millones de pesos.
Sin lugar a dudas un buen incentivo para el funcionamiento del Parlamento y para que la tropa no esté disgustada con el Ejecutivo.
Empero, el escenario que viene pasa hasta dónde llega la permeabilidad de la pareja presidencial para acceder a los reclamos y hasta dónde llegan los aires de rebeldía de los senadores y diputados nacionales del FpV.
Se mira y no se toca
En tanto el plenario de comisiones de Trabajo y Previsión Social y Presupuesto y Hacienda de la Cámara alta sigue la ronda de consultas sobre el proyecto de ley de movilidad jubilatoria la que será tratada el miércoles 24 de este mes, pese a los intentos del jefe de la bancada Miguel Angel Pichetto de anticiparlo una semanal. No tenía en cuenta que más de un senador del bloque del FpV tiene previsto un vuelo al exterior y para evitar sudar la gota gorda terminó aceptando la propuesta del presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Fabián Ríos.
Un desfile de funcionarios que inició el titular de la cartera laboral, Carlos Tomada, el que reiteró el libreto de Diputados, en el sentido que es una reparación histórica para la tercera edad y otras consideraciones del estilo.
El y otros funcionarios, más sindicalistas y especialistas ofrecen una especie de gimnasia democrática sin resultados adversos para el texto con media sanción de Diputados. Los argumentos de la oposición y de los asistentes al plenario, señalan que al oficialismo “les entra por un oído y les sale por el otro”, lo que escuchan. Fiel a su estilo, Pichetto no tuvo doble discurso: “ni una coma se mueve”.
Pese a que la ley será sancionada este mes, comenzará a regir el primero de enero 2009, pero el primer aumento se cristalizará en marzo, y el segundo en septiembre, antes de las elecciones legislativas previstas para octubre del año que viene. Una extraña coincidencia, ¿no?
Sin cosecha
Pese a los halagos en público, las audiencias de la dirigencia agropecuaria con los bloques del FpV y de la oposición, en particular el de la UCR, fue más que un gesto mutuo de cortesía dado que nadie cambió de opinión que la que tenían antes del 11 de marzo, cuando irrumpió en el horizonte las retenciones móviles.
Inclusive el jefe del bloque de diputados del FpV, Agustín Rossi, fue más que tajante al señalar que la política agropecuaria la fija el Gobierno y a nadie más le faltó agregar nada.
En cambio el radicalismo a través del jefe de la bancada Oscar Aguad aprovechó para reiterarles el total respaldo a los reclamos y la promesa de contribuir desde sus bancas a que prosperen.
En cuanto a le ley de arrendamiento, seguirá en el freezer tal cual lo anticipó Parlamentario. La actual redacción no es del agrado de la Secretaría de Agricultura y Ganadería a cargo del ingeniero Carlos Cheppi.
También existen otras iniciativas en la Comisión de Agricultura y Ganadería que las entidades del campo no comparten. Una de ellas es la segmentación de las retenciones móviles que se basaría en que los más pequeños no pagan los mismos que los grandes productores.
Una intransigencia que se abona con la virtual división de la dirigencia del campo, que les impide presionar como lo hicieron antes. No descartan intentos de volver a las rutas de Alfredo De Angeli, pero no les preocupa, según lo revelado en conversaciones informales.
Las señales que todos esperan sobre la política agropecuaria estarán en el Presupuesto nacional 2009, no sólo eso, sino todo el armado económico del proyecto K. El que viene al todo o nada.
