El jefe de Gobierno deberá sortear varios obstáculos para que su gestión no quede a mitad de camino y conspire contra sus ambiciones políticas. Detalles de las obras pendientes.
A pesar del conflicto con los estudiantes, los docentes, los taxistas, los colectiveros, entre otros sectores, Mauricio Macri sigue contando con un abrumador apoyo de los vecinos. El gran malhumor que atraviesa transversalmente a las capas sociales no hace mella en su figura.
El jefe de Gobierno es consciente que su futuro político está cimentado sobre su gestión, que hasta ahora no pudo encaminar como prometió en su campaña electoral. Los obstáculos a vencer son muchos, algunos complejos como la relación interjurisdiccional con la Casa Rosada.
La relación bilateral entre la Ciudad y el Gobierno nacional tiene una serie de problemas que, si no son resueltos de manera conjunta, no tendrán una solución de fondo que contenga los intereses de ambos. Es que la campaña electoral del líder del PRO, se basó en la resolución de problemas de vital importancia para el bienestar de los porteños, pero ligados inevitablemente a la voluntad política del poder central de acompañar la concreción de esos proyectos, que por su envergadura y el tramado legal que los envuelve requiere del trabajo conjunto.
Los macristas se sienten discriminados -desde hace tiempo- por no contar con el traspaso de la Policía, de la Aduana, de la Justicia Penal, del Registro de Bienes y el juego, la realización de la autopista ribereña, la disposición de obras en Aeroparque, la transferencia de tierras del ONABE. Todos estos organismos continúan en poder o jurisdicción nacional. “Esta situación es anacrónica y no se ajustan al status jurídico y político que tiene la Ciudad”, dijo a Parlamentario un influyente legislador del PRO.
Obstáculos
Mauricio Macri deberá sortear una serie de dificultades para encaminar su prometida gestión. Detallamos a continuación algunos de los puntos que deberá resolver lo antes posible, si piensa jugar en las presidenciales de 2011.
La Villa 31: El Gobierno de la Ciudad le reclama a la Nación el traspaso de esas tierras ya que pertenecen en su mayoría al Estado nacional, a cargo del ONABE, y una buena parte de ellos fueron concesionados a las empresas ferroviarias. Macri se quiere ocupar de la urbanización del asentamiento, ya que no es un plan que se realice en conjunto. Sin embargo de Balcarce 50 no atienden el reclamo. Afirman desde el Ejecutivo que resulta imperioso que el Gobierno nacional asuma su responsabilidad respecto de los seis barrios que albergan alrededor de 30 mil personas y que sigue creciendo a pasos agigantados -en forma irregular y peligrosa- debido a la pobreza y la crisis de vivienda en toda la Ciudad de Buenos Aires. En los últimos cuatro meses llegaron cinco mil personas.
Ley de subtes: Permite al Gobierno construir las nuevas líneas de la red, financiar la totalidad de las obras, endeudarse y dar la concesión del servicio a empresas privadas. La ley establece que el Gobierno podría construir, a partir de la sociedad Subterráneos de Buenos Aires SE (SBASE), las líneas que están proyectadas: la “F” (Barracas-Recoleta), “G” (Retiro-Villa del Parque), “I” (Pompeya-Núñez) y “E Norte” (Retiro-Plaza Italia. La norma faculta al Poder Ejecutivo a realizar acuerdos con el Gobierno nacional para obtener el financiamiento. Sin embargo, el jefe de Gobierno habría desistido de extender la línea “E” (Plaza de Mayo-Retiro) y la construcción de las tres nuevas estaciones. Hasta ahora el Estado nacional no aportó los fondos necesarios: 347 millones pesos. Esto incide negativamente en los planes de Macri, que prometió realizar varios kilómetros de subtes durante su gestión.
Puerto de Buenos Aires: Es el único que no fue transferido al distrito correspondiente y su administración y control lo ejerce la Nación en virtud de la legislación vigente y nunca revisada. El Puerto de Buenos Aires, deja de percibir alrededor de 200 millones de pesos en concepto de utilización de muelle, instalaciones, dragado y mantenimiento de profundidades para el atraque de buques o artefactos navales, el cobro en dólares por tonelada de registro neto y por día, tributos por tarifas por servicios de muelle, tasas a los Buques, tasas a las Cargas, tasa a los Pasajeros y a los vehículos por Ferry y, el servicio por uso del Puerto Embarcaciones de uso frecuente.
Autopista ribereña: Es un tema que está sujeto a la resolución de las diferencias que hoy existen entre funcionarios porteños y del ámbito nacional.
Juego: Mauricio Macri reclama que el total de lo recaudado en casinos y tragamonedas sean asignados a la Ciudad. Hoy el 75 por ciento de la recaudación queda en las arcas nacionales. Según su razonamiento, de esa manera forzaría una negociación y obtendría un 50 por ciento, alrededor de 300 millones de pesos. Desde Balcarce 50 no se divisó ninguna señal.
Tranvía del Este: Su extensión fue postergada. El plan original del recorrido era entre las avenidas Independencia y Córdoba. El servicio consistía en sólo dos kilómetros de largo, las vías serían recorridas por dos coches de 32 metros de largo. Se invirtieron 46 millones de pesos. En la ocasión se anunció que el servicio sería ampliado y que un futuro debería unir Retiro y Constitución. Un proyecto que implicaba un recorrido de 9,2 kilómetros a licitarse en septiembre de este año y con un plazo de obra de dos años.
Otra dificultad que debe soportar Macri por estos días es la situación financiera de la Argentina. El desinterés de los inversores extranjeros está convirtiéndose en un serio problema para que Buenos Aires obtenga créditos para obras imprescindibles. Trascendió, en tal sentido, que la Nación estaría obstaculizando la colocación de un bono en el exterior por 1.600 millones de pesos destinados a obra pública -para tomar dinero en el exterior debe contar con garantía de la Nación-.
Ello habría obligado al jefe de Gobierno a idear un proyecto promoviendo la participación del sector privado en la construcción y el financiamiento de infraestructura. Según se especula, el plan permitiría la inversión de privados y luego el Estado devolvería los montos invertidos; el mantenimiento de las obras estaría a cargo de los inversores y será abonado por la Ciudad.
La nueva política y la transformación de la Ciudad mediante obras trascendentes, pretendía Mauricio Macri que fueran sus herramientas para erigirse en protagonista insoslayable en las presidenciales del 2011. Pero los traspiés que se enuncian lo obligan a detenerse por ahora ¿en su marcha sin retorno? en la Reina del Plata.
