El gobierno porteño resolvió dar de baja a empleados contratados mayores de 60, en el caso de las mujeres y de 65 en el de los varones, lo que despertó críticas desde la oposición.

Desde el gobierno porteño aclararon que la resolución alcanza a los empleados mayores de 60 años con contratos y no a los de planta permanente, que según el Gobierno porteño son “alrededor de 500”, entre los cuales “cien ya se encuentran jubilados”.

“Percibían, por un lado, un haber jubilatorio, y por el otro, mantenían un contrato público”, destacaron voceros del gobierno porteño que consideraron “completamente inadmisible” esa situación.

Rescindir estos 500 contratos se encuadra en una “rutina administrativa que evita que se generen capas geológicas que impidan la constante renovación del personal”, explicaron.

Desde la otra vereda, el jefe del bloque kirchnerista de la Legislatura, Diego Kravetz, presentó un proyecto que propone incluir a los contratados bajo el régimen de planta permanente del Gobierno.

“La medida de Macri de echar a las personas mayores de 60 años que trabajan en el Gobierno de la Ciudad es discriminatoria sin ningún tipo de justificativo técnico”, expresó el legislador, que sostuvo además que “los contratados bajo el decreto 948 y 959 no tienen indemnización, y no puede ser que su fuente de empleo dependa de los caprichos de Mauricio y Gabriela (Michetti)”.

Otra que abonó esas críticas es la también kirchnerista Gabriela Cerruti, quien convocó a los trabajadores mayores de 60 a “reunirse y analizar los pasos a seguir para defender las fuentes de trabajo”.

Pero también desde el radicalismo hubo críticas hacia Macri. La diputada nacional Silvana Giudici sostuvo que “Macri entiende a su administración como un gobierno de casta, concede aumentos a sus directivos, da incentivos por productividad como en una empresa privada, y contrata personal no calificado con sueldos de hasta 7500 pesos”.

A través de un comunicado, la diputada dijo que “echar al personal contratado para colocar nuevos contratos escandalosos, aumentar el impuesto a los ingresos brutos y tratar de endeudar a la ciudad, son las medidas fiscales que propone este gobierno que en diez meses de gestión ha sido incapaz de fijar su modelo, ni establecer su plan inversión en obra pública”.

“La responsabilidad de Macri es gobernar para todos los porteños y transparentar las cuentas públicas, y las medidas de recorte de personal aparentemente se toman para ahorrar recursos, pero con los aumentos a las plantas de gabinete y partidas asignadas a nuevos contratos duplican lo que ahorraron con los despidos de principio de año”, agregó.