Dicen que la noticia no hizo más que confirmar el malestar -puertas adentro- de los principales ocupantes de Balcarce 50 contra Aníbal Ibarra, otrora aliado político. Lo que habría potenciado la bronca fue la decisión del ex jefe de Gobierno porteño de armar un foro progresista en la Capital Federal que no incluye en el convite al Partido de la Victoria y al PJ.

La excusa de romper definitivamente con el kirchnerismo de parte de Ibarra es la defensa de “lo público” frente a lo que calificó a la gestión de Mauricio Macri como “privatista”. La idea del legislador es superar la fragmentación en boga en la Ciudad y dar todos juntos la gran pelea contra el macrismo.

Claro que en los pasillos de la Legislatura, la pregunta que se hacen es si Ibarra invitará a su ex jefe de Gabinete Raúl “El Colorado” Fernández, con quien apenas se saludan cuando se cruzan inevitablemente.

Las principales espadas del kirchnerismo porteño perjuran que harán todo lo que tengan a su alcance para esmerilar el proyecto de Ibarra. Los K no le perdonan los votos y el apoyo que le brindaron en su campaña electoral.