Se viene una nueva pelea del sector rural con el Gobierno. Pero en este caso el culpable de este frente de tormenta es el panorama tan complicado que está generando la crisis financiera internacional.

El problema es que ahora se le ha terminado al Gobierno el “viento de cola” que impulsó a la Argentina a un vuelo de notable recuperación. Ese viento de cola fueron los precios de los commodities, que tuvieron en los últimos cuatros años un incremento notable, pero a los que la debacle financiera y económica de Estados Unidos y de gran parte de Europa pusieron punto final de esa tendencia favorable para las economías emergentes y particularmente para la Argentina.

Con este panorama se puede observar que el precio de los granos ha caído en las últimas semanas más de un 20 por ciento, con lo cual la ecuación económica de los exportadores agropecuarios no cierra bajo ningún aspecto.

Los números hablan por sí solos. En pleno conflicto con el campo, con la polémica resolución 125 de retenciones móviles, la tonelada de soja se ubicaba en torno a los 600 dólares, mientras que ahora, en plena crisis financiera, no supera los 400 dólares.

“Este es un problema realmente grave. Tal como está diseñado el esquema de retenciones necesita, imperiosamente, de precios internacionales muy elevados. Si no, se termina la rentabilidad; es más, es muy probable que muchos productores ya estén entrando en pérdida”, resaltó una importante fuente de la Sociedad Rural Argentina.
Pero el Gobierno está en un cuello de botella cada vez más angosto, porque no tiene ningún margen para bajar las retenciones en un momento donde trata de apuntalar el balance de las cuentas públicas como una forma concreta de hacer frente a la severa crisis financiera internacional.

Pero no es sólo el sector agropecuario el que puede perder notablemente exportaciones en este contexto internacional. Según el último informe de la consultora Ecolatina, casi el 60 por ciento de las exportaciones industriales de la Argentina corre riesgo en el marco de una economía global en recesión con motivo de la crisis financiera global.
Ecolatina señala que Brasil, el NAFTA y la Unión Europea son los tres destinos que “acaparan casi el 60 por ciento de las manufacturas de origen industrial” de la Argentina y que hoy enfrentan “un escenario de actividad adverso”, afectados por una caída del crédito y el consumo.

“La vorágine con que se profundiza la crisis financiera internacional es alarmante y confirma el peor de los pronósticos: un fuerte impacto sobre la economía real”, señala el informe.

El estudio de Ecolatina prevé un incremento del tipo de cambio real y una menor demanda mundial de bienes transables, lo cual considera que son “malas noticias para la industria”.

“Brasil es nuestro principal cliente; en el primer semestre del año compró el 36,6 por ciento de las MOI argentinas. El segundo destino es el NAFTA (México, EEUU y Canadá) con 13,2 del total y, luego, la Unión Europea con el 8,5 por ciento”, señala el estudio.

Advierte sobre Brasil que “la pérdida de competitividad local, más la importante desaceleración de la demanda del país vecino, tendrán efectos nocivos sobre nuestra economía”.

Y si a alguno le queda alguna duda de esto, que se fije dónde se están haciendo por estos días las reservas para vacacionar este verano…