Juan Pablo Cafiero se presentó ante los integrantes de la Comisión de Acuerdos del Senado, que a su vez aprobó el dictamen referido a su designación como embajador ante la Santa Sede. Posteriormente, en un trámite récord, el pliego fue aprobado por el Senado.

En su paso por la comisión, el ex funcionario de la administración Solá en la provincia de Buenos Aires habló de las relaciones entre el Gobierno nacional y la Iglesia y dio por sentado que habrá “un entendimiento”.

Asimismo sostuvo que la intención presidencial es que “la relación no tenga ninguna complicación y es la misión que me ha encomendado”.

Cafiero expresó además que en diciembre podría realizarse un acto conmemoratorio de los 30 años de la mediación papal que permitió evitar la conflagración bélica entre Argentina y Chile por el Canal de Beagle.

Paralelamente habló sobre el controvertido caso del obispo Baseotto, que generó un fuerte diferendo entre el Gobierno kirchnerista y El Vaticano. Señaló en tal sentido que “no se justifica el mantenimiento de la figura del obispado castrense” y sostuvo que hoy se encuentra “en una situación jurídica absolutamente irregular”, dado que su creación está sostenida por “notas reversales” que luego no tuvieron luego “ningún tipo de aprobación parlamentaria”.