Desde el norte baja un grito desesperado de auxilio que brega por ser escuchados en la Casa Rosada, para descubrir una realidad muy diferente a la visión metropolitana. La salud es fundamental en cualquier parte, tanto que se supo afirmar que “el trabajo es salud”. En este caso, para muchos, la base fundamental de la economía de las regiones norteñas perjudica a la salud. Esta falsa perspectiva es la que desde las provincias tabacaleras buscan aclarar para conseguir el apoyo noble de una sociedad confundida entre políticas sanitarias y la producción de tabaco.

Los hombres del campo norteño alzan su voz en paz y esperan una respuesta del Gobierno nacional.

Este pedido lo ha tomado como bandera de reclamo el diputado nacional José Vilariño, quien en su primer año como legislador por Salta intenta llevarles una solución a los productores de tabaco. Sin dudas, un problema que tiene muchos años de discusión y eso posterga al sector hundiéndolo en una profunda crisis.

El diputado salteño ha participado de varios reuniones entre legisladores de las provincias tabacaleras y espera un inminente anuncio sobre un proyecto de ley del Poder Ejecutivo que actualice el Fondo Especial del Tabaco (FET). En diálogo con Parlamentario, Vilariño expuso las razones del reclamo y su visión del problema político ante la negativa de una actualización.

– Ustedes apoyaron todas las leyes que envió el Ejecutivo, pero ahora están pidiendo una ley en particular…

– Por convicciones y estar comprometidos con el proyecto que lleva adelante la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y, en Salta, Juan Manuel Urtubey, venimos acompañando todas las leyes que son pilares para el Gobierno. Pero ha llegado el momento en poner la mirada en las realidades locales, en las producciones regionales como la del tabaco, la de frutas y hortalizas que realmente generan mucha fuente de trabajo pero se han quedado sin rentabilidad por el aumento de la mano de obra, por el aumento de los insumos, entre otras.

– ¿Qué es lo que piden exactamente?

– Estamos bregando, no sólo las provincias tabacaleras, que son diez, para que se produzca realmente la actualización del Fondo Especial del Tabaco, que en realidad se cobra sobre un porcentaje del precio del cigarrillo de manera de volcarlo a la producción. Es el momento de pedir que se apure este tratamiento para sustentar la producción de muchos años en nuestras provincias y que, además, genera no sólo riquezas, sino mucha mano de obra.

– En caso de no haber un compromiso, ustedes no votarían las leyes del oficialismo…

– No creo en presionar a cambio de una ley. Estoy convencido de todas las leyes que voté y las que faltan votar -ley de prórroga del impuesto al cheque y ley de Emergencia-, pero también ponemos en una misma escala desde una mirada provincial; la necesidad de actualizar el Fondo Especial del Tabaco. Sobre todo para devolverle viabilidad a este sector productivo.

– ¿Cuál es la situación de los productores?

– El campo, como siempre lo denomino, son familias que históricamente fueron trabajadores de la producción del tabaco o la fruta y la hortaliza, o también de aromáticos. Esta gente es el habitante histórico de la provincia de Salta y es a nuestro hombre de campo al cual debemos ayudar, ya sea productor o arrendatario de las tierras, que vive de esa producción junto a su familia.

– ¿Cuántas familias trabajan de estas producciones?

– Tanto la producción de frutas y hortalizas como el tabaco genera alrededor de una fuente de trabajo directa por hectárea cultivada. Es decir, en Salta con 35 mil hectáreas cultivadas de tabaco y 25 mil de frutas y hortalizas, está generando aproximadamente 65 mil puestos de trabajo.

– ¿Cuánta genera la soja en Salta?

– Sólo en Salta tenemos 500 mil hectáreas desmontadas en un año para cultivar soja y eso sólo ha generado 600 puestos de trabado.

Tabaco distorsionado

– ¿Por qué no se avanza en una nueva ley de Fondo Especial para el Tabaco?

– Se aplica una antinomia que no existe. Algunos confunden la protección a la producción de tabaco con una política a favor del consumo de cigarrillos y esto no es así. No tiene nada que ver proteger un sector productivo con la falta de control de la salud.

– ¿Usted está de acuerdo con las políticas de libre espacio de humo?

– Estoy completamente de acuerdo con las políticas sanitarias que luchan contra los efectos del cigarrillo. Estoy de acuerdo en restringir el consumo del tabaco y me parece bien por la salud de los argentinos. Pero debemos resolver este problema en forma conjunta, generando un camino en común, donde podamos resguardar las políticas sanitarias para propender a disminuir el tabaquismo y, por otro lado, que es un tema más económico, actualizar el Fondo Especial del Tabaco y que la producción siga siendo rentable.

– ¿Quién consume el tabaco producido?

– El 80 por ciento del total de la producción se exporta. Por lo tanto, esto también reafirma que la teoría de aquellos que dicen que apoyar la industria tabacalera es contra la salud de la población, es falsa, porque el 80 % se exporta. Entonces, hay que actualizar el Fondo del Tabaco sin abandonar la lucha contra el tabaquismo.

– A nivel internacional continúa aumentando el consumo de cigarrillos…

– En definitiva, en todo el mundo se sigue la producción y ha aumentando el consumo debido a la incorporación de nuevos mercados como China y la India.

– Esta sería una nueva oportunidad para aumentar las exportaciones.

– Con la incorporación de la mujer china que ha comenzado a pitar, las producciones actuales no van a alcanzar y entonces se abre una nueva oportunidad para las provincias norteñas en función de una producción que es en su mayoría para exportar. Hay que tener en cuenta que aunque se prohibiese fumar en Argentina, se podría seguir produciendo tabaco para el resto del mundo.

– Entonces, ¿por qué varias propuestas en el Congreso apuntan a cambiar la matriz productiva de estas provincias?

– La verdad que no entiendo a quién se le puede ocurrir cosa semejante. Eso pasa sólo en los libros que escriben los iluminados. Para cambiar la matriz productiva de una provincia, que tiene cientos de años, no es algo de un día para el otro y hay que hacerlo de forma gradual, pero todos los intentos reales han fracasado. El ejemplo de un rotundo fracaso en América Latina, son los campos cocales. A pesar de que hubo una voluntad política, plata, marines y pistola, no se pudo erradicar. Entonces, acá se debería hacer con racionalidad, donde un sector productivo debería ir suplantando al otro. Pero esto solo existe en los papeles.

– ¿Hay voluntad política de ayudar al sector tabacalero?

– Me he reunido con los productores; con el presidente de la Cámara de Diputados, el jujeño Eduardo Fellner; y con varios legisladores de las provincias del norte, y tengo entendido que hay una clara voluntad de la Presidenta. Yo espero, estimo y anhelo que el Gobierno anuncie la actualización del Fondo, porque la situación actual de los productores de tabaco es insostenible y está cerca de una crisis económica. Sí o sí, el Gobierno debe dar una respuesta al sector. Ojalá sea pronto el anuncio de un proyecto de ley para aumentar el Fondo.

– ¿En qué consta este proyecto de ley?

– Esta iniciativa es un proyecto de ley integral que agrupa todas las medidas que tienden a reducir el consumo del cigarrillo como las prohibiciones de fumar en lugares cerrados o bajar la composición de nicotina en la elaboración del cigarrillo, prohibir cuestiones con la publicidad, pero también tiene un aspecto económico que es la famosa ley del Impuesto al Cigarrillo, donde sobre el precio del cigarrillo, un porcentaje va destinado al Fondo del Tabaco, otra parte para el fondo de la industria y el resto está destinado a fondos que previamente se destinaron según el Presupuesto nacional.

– ¿Establece un aumento del Fondo?

– En este proyecto se debería reflejar también una actualización en forma gradual para el sector, lo que fue consensuado con la Federación de Productores de Tabaco del país como la industria del cigarrillo, por lo que falta que se formalice en una decisión política y se envíe desde el Poder Ejecutivo el proyecto al Congreso.

– Usted es un referente para el sector tabacalero, ¿pero los demás legisladores de provincias del norte apoyan este pedido?

– La mayoría de los legisladores donde las producciones son alma de las provincias siempre las defienden. En el caso de Salta, y las demás provincias tabacaleras, todos estamos de acuerdo con la necesidad del sector, más allá del partido que represente cada diputado o senador. Hay una unanimidad en los legisladores norteños para apoyar la actualización del Fondo. Como salteño, considero que la producción de tabaco es vital para el norte argentino.

– Lo que sorprende es que son provincias alineadas con el Gobierno y sin embargo se demora la ayuda…

– Esto es parte de un mal endémico en la Argentina donde se basa en la geografía, ya que en el centro reside el poder. Esto es así y hay que ver que el lobby de otros sectores y los medios de comunicación en las grandes ciudades influye mucho más que las prioridades para las regiones del norte. Para nosotros es muy importante las miles de familias que trabajan en el tabaco pero en la tabla de posiciones quedan relegadas a nivel nacional. Por eso hay que concientizar para mostrar una realidad que es vital para el desarrollo de Salta y las demás provincias.

– Entonces, si se aumenta el fondo de la producción no aumenta el consumo de tabaco…

– Así es. Esto es solo para garantizar la producción de un sector productivo.

– Pero hace mucho tiempo que se está por votar tanto en el Senado como en Diputados…

– Se ha logrado tener consenso sobre una actualización pero nunca se llegó al recinto con éxito.

– ¿Cómo influye el tema de la salud en este tema?

– Seguramente hay funcionarios con una idea de política ortodoxa contra el tabaquismo, que no coincide con la realidad y la idiosincrasia de la sociedad. Hay visiones de algunos que son “más papistas que el papa” y no están mirando la realidad de estas provincias. En donde estamos de acuerdo con las políticas contra el tabaquismo pero queremos que se resguarde al sector tabacalero.

– ¿Las provincias del norte tienen la debida representatividad en el Congreso?

– A la hora de votar una ley, hay provincias que tienen mayor historia política por pelear en forma conjunta por sus intereses, dejando de lado sus diferencias políticas. En cambio, a nosotros nos cuesta mucho agruparnos en una lucha por un objetivo en común. Pero esto también lo provoca la mirada peyorativa que se tiene desde el centro hacia el norte.