En los últimos días recrudecieron los cruces de líneas y cortocircuitos del Banco Central con integrantes del Gobierno.

Mientras continúa un clima de distanciamiento entre la cúpula de la autoridad monetaria y la Casa Rosada, ahora en la interna comenzaron a actuar otros actores, por demás polémicos.

Según aseguran algunos funcionarios del Ministerio de Economía, hubo un fuerte encontronazo entre el titular del Central con el “resucitado” Guillermo Moreno.

Se supo que hubo fuertes reproches por parte de los funcionarios que acompañan a Martín Redrado, a Moreno por haberse “metido” en el mercado cambiario, para realizar un “cuasi” control de cambios.

En el entorno de Redrado se comenta que el titular del Central está “furioso” por la decisión de Moreno de entrometerse en los operadores cambiarios y en los bancos para controlar la tasa de interés. “Es inaceptable que un funcionario y una Secretaría, que tienen un rol determinado, deciden orientarse a una función que no les incumbe para nada”, comentó en tono de queja un colaborador cercano a Redrado.

Pero la interna no termina aquí. También se supo que no cayó nada bien en el Central la decisión de la Afip de salir a controlar las operaciones en el mercado cambiario y también los movimientos de capitales en los bancos.

“Aquí el tema es muy claro. Hay una entidad rectora en la actividad financiera y cambiaria, que es el Banco Central, y es esa entidad la que debe desarrollar todo lo que sea controles e inspecciones.

Pero este no es el único frente de tormenta que hay por estas horas. La cúpula de la Unión Industrial Argentina está que trina. Los dirigentes de la central fabril se ven venir, a pasos agigantados, la doble indemnización, un tema que lo está operando la cúpula de la CGT.

Tal es la urgencia que los hombres de la UIA le pidieron al jefe de Gabinete, Sergio Massa, una reunión urgente con la Presidenta.

El fastidio de los popes de la industria es elocuente. “No podemos permitir que se trate de reimplantar una medida que tuvo un carácter temporal, en plena crisis”, aseguró uno de los integrantes más importantes de la UIA.

Los cálculos de los técnicos de la central fabril advierten que si finalmente se reedita la doble indemnización, el costo general para las empresas puede llegar a variar entre un 20 a un 40% más para el año que viene.

“El punto central es que muchas empresas hacen previsiones sobre el costo salarial. Si se aplica la doble indemnización ese costo tiene una expansión tal que no se puede compensar por el lado de los precios de su propio producto”, resaltó la misma fuente.
En Casa de Gobierno aseguran que todavía no hay una decisión adoptada. Se sabe que el tema es motivo de análisis y de consulta del ministro Carlos Tomada con la presidenta y con su marido, Néstor Kirchner. “La idea del Gobierno es no apresurarse. Se analizará cómo se presenta el panorama de la actividad local, de la situación externa y a partir de eso se verá”, resumió un funcionario de la Casa Rosada.

De todas maneras, la mayor preocupación de los hombres de la UIA es el efecto “terriblemente negativo” que podría tener esta determinación en las Pymes. “Si se vuelve a implementar la doble indemnización van a estar condenando directamente a muchas Pymes a su desaparición”, agregó otro de los dirigentes de la UIA.