El presidente de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires encabezó el acto en el que se entronizó el retrato del brigadier general el recinto del cuerpo legislativo.
El acto de entronización del cuadro de quien fuera gobernador de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, en la Cámara de Diputados, contó con la presencia del vicegobernador y los ministros Ricardo Casal, de Justicia, Emilio Monzó, de Asuntos Agrarios, Rafael Perelmiter, de Economía, y el Director General de Educación y Cultura, Mario Oporto.
“Era una asignatura pendiente colocar la imagen de Rosas, no sólo por la historia sino también para que las nuevas generaciones puedan valorizar el trabajo que realizó como gobernador en la provincia de Buenos Aires”, dijo el presidente de la Cámara baja, Horacio González.
Participaron también de la ceremonia la Procuradora General de la Provincia, María del Carmen Falbo, el arzobispo de La Plata, monseñor Héctor Aguer, quien bendijo el retrato, así como numerosos senadores, diputados y jefes comunales.
El retrato entronizado surgió de un concurso organizado por la Cámara de Diputados junto con la Universidad de La Plata, que recibió el apoyo de todos los bloques. La imagen ganadora, de la artista platense Patricia Ciochini, fue elegida por el jurado integrado por especialistas, y en voto popular por cientos de ciudadanos que desfilaron por el hall de la Legislatura donde se exhibían los trabajos.
En su discurso, González destacó que la entronización se realizó el Día de la Soberanía Nacional, calificó a Rosas como “un estandarte fundamental de esa causa”, y exaltó el significado de que el Libertador José de San Martín le hubiera legado su sable a quien fuera gobernador de Buenos Aires entre 1829-1832 y 1835-1852.
El titular de la Cámara baja llamó a no “confundir la verdad histórica con la letra muerta de odios pretéritos” y sostuvo que este acto “no propicia el homenaje fácil ni demagógico, pues no implica el cambio de un retrato por otro, ni la condena de unos para la gloria de otros”.
A juicio de González, la actuación pública de Rosas, llevada a cabo en un estado de conmoción interna y agresión externa propiciado por las potencias colonialistas de entonces, “está sujeta a controversias, como lo están los hechos que tienen que ver con los tiempos del nacimiento de la Patria”.
