La Cámara de Diputados del principal distrito del país siempre se caracterizó por ser un ámbito donde rápidamente se acusan los cambios que operan en la política criolla. Sus presidentes se han caracterizado por ser dirigentes representativos de las distintas expresiones políticas de las épocas.

El actual presidente de la Cámara joven, Horacio González, surge como la síntesis de la reunificación de las bancadas peronistas, la primera minoría del Cuerpo, pero rápidamente buscó el consenso de los demás bloques y se embarcó en introducir cambios en el funcionamiento que, según se proclama, hacen al “fortalecimiento institucional” de la misma.

– ¿Cómo fue este primer año al frente de la Cámara de Diputados?

– Cuando asumimos, anunciamos que nuestra gran prioridad iba a ser abrir la Cámara, iluminarla, permitir que los ciudadanos supieran qué hacen los diputados, cómo los representan, cómo votan… Al mismo tiempo me fijé como objetivo jerarquizar la carrera profesional de los empleados legislativos. Y para ambos fines ya tomamos varias medidas que están marchando muy bien.

– ¿Cuáles?
– Todas las transformaciones se encuentran agrupadas en el Programa de Modernización y Fortalecimiento Institucional que lanzamos hace unos meses con el apoyo explícito de todos los bloques representados en el recinto. Fue una iniciativa política poco común en un escenario político que, a veces, me parece demasiado crispado, con poco diálogo.

– ¿Pero usted apela seguido al diálogo?

– Precisamente el diálogo para la búsqueda de consenso es la herramienta fundamental de nuestra gestión.

– ¿En qué consiste ese programa?

– Abarca varios campos de acción. En el tema de los empleados, dignifica la carrera, ofreciendo racionalidad al escalafón y brindando la oportunidad de ascensos a quienes más se capacitan. Queremos evitar las arbitrariedades y mejorar el trabajo; algo que, en definitiva, beneficia a la Legislatura como institución al servicio de los ciudadanos. Por otro lado, también tomamos medidas para ayudar a los empleados que están por jubilarse, lo mismo que extendimos y mejoramos las becas para que estudien los hijos de los trabajadores. Otro aspecto muy importante, diría que crucial del programa, es el de la modernización tecnológica y procesal del funcionamiento de la Cámara de Diputados. En el tema tecnología, hemos digitalizado el recinto de sesiones y pondremos en marcha el sistema de voto electrónico, algo inédito en el país, y con el sistema más moderno de América Latina, que dará agilidad y transparencia a nuestro trabajo y al control de los ciudadanos.

– ¿Cómo funciona el sistema?

– Entre otros avances se incorpora la tecnología de biometría, o huella dactilar digital, que agiliza la labor legislativa y dota de mayor transparencia al proceso, ya que da una garantía absoluta al registro de la intención de voto de cada diputado. Cada banca dispone de un detector que identifica al diputado que la ocupa, quien a través de su huella digital podrá emitir su voto. Además de votar, gracias a la nueva tecnología, cada legislador podrá desde su banca realizar una consulta a la referencia legislativa (digesto) en tiempo real, así como a la orden del día, los asuntos entrados, los asuntos a tratar sobre tablas, el sistema de expedientes legislativos, ver su correo electrónico o navegar por Internet.

– Un sistema a prueba de diputruchos…

– Precisamente, además de dar mayor agilidad al sistema de votación, este sistema le da una gran transparencia al trámite parlamentario. Esta tecnología nos permitirá alejar toda sombra de duda o sospecha de las votaciones, y evitar vergonzosos episodios como el que el Congreso nacional vivió con el llamado “diputrucho”.

– ¿De dónde provino esta tecnología?

– El software fue elaborado por expertos de la Universidad Nacional de La Plata, una de las instituciones con las que más hemos trabajado a través de convenios en distintas áreas como parte de nuestro impulso de vincular a la Cámara con la sociedad y sus distintas instituciones. El hardware fue provisto por nuestra propia Dirección de Sistemas. El voto electrónico es parte de las iniciativas que hemos tomado para dar transparencia a nuestra tarea.

– También se pueden ver unas pantallas…

– Sabemos que tenemos que poner luz en la actividad de los cuerpos deliberativos, que la gente sepa qué hacen y cómo votan sus diputados. Por eso hemos instalado en el recinto tres pantallas en las que se podrá ver la asistencia y votación de los legisladores. De este modo, el sistema abre las puertas a un mejor control del ausentismo de quienes ocupan una banca, y el periodismo y la ciudadanía tendrán un acceso más ágil y directo a la información legislativa.

– ¿Sigue estando la idea del circuito cerrado?

– Dentro de estas transformaciones se contempla también la puesta en funcionamiento de un circuito cerrado de transmisión en vivo de las sesiones a las distintas dependencias de la Cámara de Diputados, que también serán emitidas por Internet a través de la página oficial de la Legislatura.

– La idea parece ser fiscalizar, controlar…

– Es verdad. Por eso, además de todas estas medidas de modernización tecnológica, hemos creado la Oficina de Atención al Ciudadano (OACI), una dependencia que funciona en el Anexo de la Cámara, en La Plata, donde un legislador de turno informa a los ciudadanos sobre nuestras actividades y, al mismo tiempo, recibe sugerencias y quejas.

– ¿Qué resultados perciben?

– En las pocas semanas que ya tenemos de funcionamiento la respuesta de la gente ha sido brillante.

– También están saliendo las comisiones.

– Hemos impulsado con fuerza las que llamamos “comisiones itinerantes”, en las que varios legisladores se trasladan hacia los municipios del interior de la provincia y el conurbano para mantener reuniones allí. La Plata queda muy lejos para mucha gente.

– ¿Cómo funcionan esas comisiones itinerantes?

– Nos comunicamos con las autoridades municipales que están interesadas, generalmente a través de alguno de los diputados que representa a la región, y les pedimos que elaboren una lista de temas que resulten importantes para el lugar. En base a los temas, seleccionamos las comisiones que los abordan y convocamos a los legisladores para que mantengan en las ciudades reuniones abiertas, en base a las agendas propuestas. Hasta ahora hemos tenido una respuesta espectacular, con la participación de cientos de vecinos, que escucharon a sus legisladores e hicieron llegar sus propuestas.

– ¿Hay alguna forma de selección?

– ¿Sabe que no? Varias de las ciudades que hemos visitado hasta ahora, como Zárate o Chascomús, tienen intendentes de fuerzas políticas opositoras a nivel provincial. Y las delegaciones de diputados que viajan tienen representación de todos los bloques que integran la Legislatura. Este es un aspecto que quiero destacar. El diálogo es el eje de mi gestión, porque estoy convencido de que la Cámara de Diputados es el ámbito natural para el debate de la sociedad. Pero también el lugar de encuentro.

– Pero las diferencias existen.

– Pero fíjese que las iniciativas más importantes del Cuerpo las estamos consensuando con todas las corrientes políticas representadas. Esto no quiere decir que no haya disenso, porque finalmente se vota y se sigue el rumbo marcado por la mayoría, como prevé la democracia. Pero también sabemos construir grandes consensos sobre los temas fundamentales. Eso es darle calidad a esta democracia nuestra que apenas ha cumplido los 25 años. Y es un gran orgullo de mi gestión.

– ¿Y cómo es la relación con el Ejecutivo?

– Excelente. Si la tuviera que describir, diría que muy productiva. El gobernador Daniel Scioli y su gabinete en pleno asistieron al lanzamiento del Programa de Modernización. Cada vez que el Poder Ejecutivo se apresta a enviar un proyecto de ley de gran alcance, el ministro involucrado se acerca a la Cámara, se reúne con la comisión respectiva, nos hace llegar sus ideas. Conocemos muchos de los anteproyectos antes de que sean presentados. Esto permite a los legisladores debatir con más profundidad, buscar antecedentes, enriquecer la iniciativa. Esto ha sido algo muy poco común en la política de la Provincia. Y destaco que esto lo hacemos a pesar de que el oficialismo cuenta con una cómoda mayoría en la Cámara, que le permitiría evitar sistemáticamente el debate.

– ¿Cuál es su balance de estos meses?

– Definitivamente positivo. Si pensamos en nuestra presencia en las ciudades, nuestra apertura al debate, a la modernización y la transparencia de la Cámara, en nuestra relación con la oposición en la Legislatura y la aprobación de numerosas leyes importantes para la provincia, sólo podemos estar satisfechos. Por supuesto que falta mucho por hacer, pero lo que hemos hecho va en la dirección correcta. El otro día, en una de las visitas con las comisiones itinerantes, nos reunimos con chicos de una escuela, a quienes les dije que es necesario para una buena vida democrática que ellos supieran que un político, un diputado, es alguien como sus padres, alguien que también tiene hijos, una familia. Y abrir la Cámara como lo estamos haciendo, nos permite humanizar nuestra tarea, y le permite a los ciudadanos ir acompañándola. Y eso me parece muy importante.