El constitucionalista Félix Loñ descartó de plano las denuncias efectuadas desde la oposición respecto a irregularidades en la votación sobre el blanqueo de capitales. En diálogo con Parlamentario.com, el especialista explicó que Patricia Bullrich se equivocó al objetar los 128 votos obtenidos por la ley; mientras que dijo que lo del jefe del bloque oficialista fue “una bravuconada”, al sugerir que votara también Eduardo Fellner. Y del presidente de la Cámara, dijo que “no conoce bien el reglamento”.
Ante la polémica generada en torno a la votación sobre el blanqueo de capitales, en la que el oficialismo se impuso por 128, generando la reacción de parte de la oposición, que reclamaba que hacían falta 129, Parlamentario.com consultó al constitucionalista Félix Loñ, quien explicó porqué esas quejas no tienen asidero a su juicio.
– Usted ha dicho que en realidad el blanqueo de capitales no requiere de una mayoría especial.
– En la sesión, fue una bravuconada de (Agustín) Rossi, que dijo: “bueno, si quieren los 129 lo hacemos votar a Fellner”. Se equivocó, pero de cualquier manera los 128 votos a favor estaban. Y eso era suficiente para aprobarlo, no había que reconsiderar nada.
– Para usted entonces no tiene asidero la denuncia.
-No, pienso que no.
– En el caso de Patricia Bullrich, ella tampoco está en lo correcto entonces…
– No, ella digamos que fue la que más se equivocó. El tema es así: la Constitución dice que el quórum para sesionar de las cámaras es de la mayoría absoluta de la totalidad de sus miembros. Después, los reglamentos de las cámaras dicen que las leyes se aprueban con la mayoría absoluta de los presentes. Suponiendo que hay una sesión de quórum estricto, de 129 diputados, la mayoría serán 65. Con 65 tendría la mayoría absoluta. Eso es lo mínimo, ¿pero qué pasa? A esto hay que agregarle que el blanqueo de capitales establece un impuesto. Todos los impuestos, según la Constitución, son coparticipables. Para aprobar un impuesto, se aprueba como la ley común, por el sistema que explicamos recién. Ahora, si yo quiero sustraer de la coparticipación a un impuesto, ahí sí necesito la mayoría reforzada de 129 diputados, porque la Constitución dice que la asignación específica de un impuesto, es decir cuando se lo saca de la Coparticipación y queda por ejemplo en manos del Gobierno federal, eso requiere la mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de la Cámara. Es decir, 129. De ahí es donde viene la confusión. No sé, habrá interpretado Patricia Bullrich que de acuerdo con el artículo 75, inciso III, requería la mayoría absoluta, pero lo que ocurre es que en ese impuesto no se plantea la asignación específica, por lo tanto es coparticipable. Por lo tanto, se lo aprueba como si fuera una ley común.
– Y en el caso de Rossi…
– No, ahí fue una bravuconada: “si quieren los 129, que vote Fellner”…
– ¿Y Fellner termina votando o no?
– Creo que sí, pero lo que ocurre es que ese agregado fue innecesario porque ya la Cámara se había expedido con 128 miembros. Ya estaba aprobada la norma. Para poder plantear una reconsideración la oposición necesitaba los dos tercios. Ella, quien planteaba la reconsideración, necesitaba los dos tercios. Así que se embarraron los dos: uno por bravucón, y el otro porque interpretó mal. No sé qué la llevó a ese razonamiento. La asignación específica significa que se lo sustrae de la coparticipación; no hay asignación específica porque yo el impuesto lo voy a destinar, qué se yo, para invertir en tal cosa. Eso no es asignación específica. Asignación específica es cuando lo sustraigo de la coparticipación.
– Todo esto no implica un juicio de valor suyo sobre si está bien o mal el blanqueo de capitales…
– Ah bueno, no, yo personalmente soy crítico irredimible del blanqueo de capitales; esa es otra cuestión. Es un escándalo que la Cámara de Diputados haya aprobado esa ley. Esa es otra cuestión.
– Entonces, para ir sabiendo y no queden dudas: ¿en el Senado alcanzará con cuántos votos para que lo aprueben?
– Con 37. Siempre y cuando actúe con el quórum mínimo y la mayoría mínima. A ver, son 72 senadores, el quórum se forma con 37 senadores y la mayoría absoluta de esos senadores aprueba la ley. Es decir, 19. Pero estamos hablando de quórum mínimo para sesionar y el quórum mínimo para decidir. Es probable que haya más senadores presentes. Si tuviera que hacer una asignación específica, ahí sí requeriría los 37 senadores: mayoría absoluta de la totalidad de los miembros.
– Bueno, me parece que ha sido bastante didáctico…
– Sí, a lo mejor estaban un poco cansados los diputados ya… Uno porque a lo mejor no entendió bien, otro por bravucón (risas)… y el presidente de la Cámara, que evidentemente es el día de hoy que todavía no conoce bien el reglamento. Porque él debería haber advertido que no debía votar. Ninguno sabía muy bien cómo era la cosa.
