La diputada cordobesa Griselda Baldata denunció y expresó su rechazo hacia la intención de aumentar la instalación de las máquinas tragamonedas en la provincia de Córdoba.

Según se publicó en la prensa, el gobernador Juan Schiaretti enviará un proyecto a la Legislatura unicameral para ampliar la capacidad instalada en un 80%, bajo el pretexto de que responde “a [la] solicitud de los intendentes”.

Ante ello, Baldata sentenció que “las tragamonedas son las exprimidoras del ingreso de los sectores populares y representan la peor manera de quitarles el magro ingreso a los sectores populares”.

Las tragamonedas son a su juicio “la más burda legalización de la estafa”, dijo Baldata, quien cuestiona severamente la medida en consonancia con la denuncia presentada en Buenos Aires por Elisa Carrió. La jefa de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, sostuvo el martes que “los empresarios amigos de Kirchner” obtienen concesiones para sus negocios en distintas provincias, a través de gestiones y favores políticos.

En este contexto, la diputada Baldata sostiene que “está comprobado que la adicción al juego en general, pero a las tragamonedas en particular, es la peor manera por la que pierden sus ingresos los sectores más vulnerables de nuestra sociedad. Permitir su explotación y ampliar su número, aduciendo que los intendentes lo piden pensando en los ingresos [míseros] que obtienen del mismo, es pretender esconder un fabuloso negocio a expensas del sueldo de los trabajadores que recurren al juego con la esperanza de triplicar sus magros ingresos. Esto implicaría la más burda legalización de la estafa”.