“No me llame”. Así se denomina la campaña impulsada por el senador radical formoseño Luis Naidenoff, aprobada a través de un proyecto en la Cámara alta.

La iniciativa busca defender la privacidad de los usuarios telefónicos, a fin de evitar las llamadas publicitarias por esa vía.

El proyecto recibió media sanción y fue justificado por su impulsor con el argumento de que se debe “proteger a rajatabla el derecho a la privacidad de las personas”.

La norma estipula “el derecho a la privacidad de las personas ante los posibles abusos en los procedimientos aplicados por quienes publicitan, ofertan, venden y regalan bienes y servicios a través de la telefonía básica y de comunicaciones móviles”.

Naidenoff sostiene que “la gente está cansada de que las empresas manipulen su información privada y confidencial como si fuera pública”, de ahí que proponga crear un registro público nacional donde los usuarios podrán inscribirse para manifestar su voluntad de no ser contactados por quienes publicitan bienes y servicios a través del teléfono como medio.

La inscripción y baja del registro será gratuita y las empresas estarán obligadas a consultar el registro de las personas cada 60 días, para evitar contactarse con las personas que se hayan inscripto en el mismo. Las inscripciones tienen una duración de dos años a partir de su incorporación al Registro Público Nacional “No Llame” y se renuevan automáticamente por un período igual, salvo manifestación en contrario del registrado.