Tal cual difundiéramos oportunamente, el senador nacional cordobés Carlos Rossi presentó un proyecto para crear un marco regulatorio para la aplicación de la Toxina Botulínica tipo A, y en su artículo 1º establece que “sólo podrá ser realizada por médicos y en establecimientos debidamente habilitados”.

El proyecto de ley lleva el número 3059/08 y según el mismo, el profesional deberá realizar y archivar copia de los estudios realizados al paciente donde conste que no existen incompatibilidades con el organismo. Asimismo deberá dar copia del consentimiento informado al paciente sobre riesgos y beneficios de la aplicación del producto.

Empero, posteriormente debió presentar un comunicar a través del expediente N° 3453/08 una fe de erratas sobre el tema, por cuanto se denomina a la marca “Botox” como el nombre genérico de un producto, que no lo es, porque en virtud de la legislación sobre marcas su uso le corresponde en exclusividad a la titular registral del singo. Esto es, la firma Allergan INC.

Fue esa misma firma la que se encargó de informar a Parlamentario.com que el nombre genérico del producto debe ser denominado “Toxina Botulínica Tipo A”. A ese producto exclusivamente se refiere entonces el proyecto del senador Rossi.

Dicha iniciativa, vale reiterar, tiene en cuenta con relación a los anuncios publicitarios que los mismos deberán contener sin excepción: nombre, apellido y matrícula habilitante del médico; cuando sea un centro de salud, estética, instituto de belleza o spa, deben mencionar el o los médicos matriculados responsables.
Rossi explicó que esta iniciativa tiene como finalidad “regular la aplicación con fines estéticos de la toxina botulínica tipo A, con el objetivo de que sea administrada exclusivamente por profesionales médicos de la salud”.