El mismo producto que los criollos, según la historia en las aulas, tiraron para defenderse de las invasiones inglesas, hoy provoca una controversia entre el Gobierno y sectores productivos de los granos oleaginosos.
El diputado radical Daniel Kroneberger presentó un proyecto por el cual sostiene que habiéndose firmado un acuerdo entre el Ministerio de Economía y Producción y algunos integrantes del complejo exportador oleaginoso destinado a subsidiar el aceite envasado hasta cinco litros y el aceite a granel para ser utilizado como insumo de otros productos.
Mediante la iniciativa solicitó al Poder Ejecutivo que informe si se han tomado medidas, a través de subsidios o compensaciones, para que las empresas no incluidas en el acuerdo no vean afectadas sus ventas al no poder competir con el aceite subsidiado. En el caso de que las hubiera, detalle cuáles son esas medidas y exponga los resultados de la implementación.
Según el diputado, “Con fecha 2 de mayo de 2008 se firmó un Convenio Marco entre el Ministerio de Economía y Producción, los Exportadores de Aceites, Pellets, Harinas y otros derivados de Soja, Girasol y Biodiesel y los Abastecedores del mercado interno de aceites de Soja y Girasol y sus mezclas en envases de hasta 5 litros, por lo cual se determinó un mecanismo basado en aportes realizados por los exportadores de aceites y demás derivados de la soja y el girasol, por el que se compensará a los productores abastecedores del mercado interno, por la diferencia entre el precio del aceite crudo en el mercado internacional neto de derechos (precio FAS) y el precio de abastecimiento en el mercado local”.
“Este mecanismo esta basado en la creación de un fideicomiso privado con control estatal, al cual aportarán las exportadoras, y por el cual se compensará al producto para el consumo interno. En base a este convenio el pasado 26 de junio se firmó un acuerdo entre el Ministerio de Economía y los exportadores mencionados, por el cual se subsidia solamente el aceite envasado hasta 5 litros y el aceite a granel para ser utilizado como insumo de otros productos”, señaló Daniel Kroneberger.
Al respecto, “Anteriormente existía un sistema de compensación por el cual se abonaba a la industria aceitera la diferencia entre el precio interno de abastecimiento, que lo fijaba el Ministerio de Economía, y el precio FAS, con el objetivo de mantener los precios estabilizados”
“Este mecanismo, el cual se financiaba con fondos públicos, y en el que se encontraban incluidas mayor cantidad de empresas, se reemplazó por el vigente.
Pero el actual sistema no contempla a algunas empresas que anteriormente se encontraban incluidas, siendo los únicos beneficiarios del nuevo esquema las empresas que vendan aceite comestible en envases de hasta 5 litros”, explicó Daniel Kroneberger.
“Esta medida tendrá efectos nocivos sobre las pequeñas empresas que venden el aceite a granel, con destino a fraccionadoras en grandes envases para restaurantes y pequeñas fábricas, de esto resulta que los clientes fraccionadores de estas pequeñas empresas no podrán competir con el precio del aceite subsidiado, generando que sus ventas disminuyan considerablemente, y además sus clientes industriales cambiarán de proveedor, comprándoles a las empresas signatarias que tendrán un precio de venta subsidiado”, afirmó.
“Por esta razón es que solicito se informe si se van a implementar medidas, ya sea a través de subsidios o compensaciones, para aquellas pequeñas empresas que no son beneficiarias de este esquema, teniendo en cuenta los graves perjuicios que le puede ocasionar al no poder competir con un precio subsidiado”, concluyó Kroneberger.
