El radicalismo provincial se quiere plantar ante lo que definió como “ambiciones hegemónicas” del gobernador José Alperovich.

Luego de que trascendieran las intenciones del mandatario provincial de “encontrarle una vuelta” a la Constitución reformada en 2006, para encarar un nuevo mandato, el radicalismo encendió las luces de alarma. Su vicepresidente tercero, José Cano, sostuvo que el rechazo de la ciudadanía a las ambiciones hegemónicas, expresado por ejemplo en Misiones, “no cuentan para el gobernador Alperovich”.

Agregó el dirigente radical que “tras la reforma constitucional de 2006, donde se habló de autonomías municipales, independencia del Poder Judicial y participación ciudadana, pero nunca se cumplió, quedó demostrado que el único modelo admisible para Alperovich es un sistema absolutamente autoritario”.

Sucede que el gobernador tucumano reformó la Constitución en 2006, a fin de presentarse para la reelección en el año siguiente. Sin embargo, Alperovich considera que su gestión debe contabilizarse desde ese momento y no desde que asumió por primera vez en 2003.

Una nueva reforma constitucional sería impulsada en paralelo a los cambios que el gobernador busca instalar para la conformación de un Consejo Asesor de la Magistratura, destinado a designar cargos vacantes en la Justicia.