El hiperkirchnerista Carlos Kunkel ha sido objeto de una imputación en la que varios jueces se niegan a intervenir. Una Cámara de Casación reclamó a los jueces por esa actitud.
Carlos Kunkel tiene una denuncia que varios jueces se resisten a investigar, aduciendo la condición de integrante del Consejo de la Magistratura que mantiene el diputado. Y el hecho de que esos jueces que se resisten a investigarlo, han aducido que tienen denuncias en ese Consejo.
La situación planteada es presentada como la evidencia de las presiones del poder político sobre la Justicia por el diario La Nación, que hace referencia a un fallo de la Sala III de la Cámara Nacional de Casación que le recrimina a cinco camaristas haberse inhibido para actuar en una causa contra Kunkel.
El argumento utilizado por esos cinco jueces son los subrogantes Luis García y Guillermo Yacobucci, que concursan por un lugar en el tribunal que integran transitoriamente, y los miembros de la Casación Guillermo Hornos, Juan Carlos Rodríguez Basavilbaso y Gustavo Mitchell, quienes se excusaron de intervenir en el expediente contra Kunkel lo hicieron con el argumento de que tienen denuncias, pedidos de juicio político o concursos abiertos en el Consejo, que Kunkel integra.
Por su lado, los jueces Angela Ledesma, Guillermo Tragant y Eduardo Riggi, de la Cámara de Casación, sostienen que eso no es correcto y que ser juez implica tolerar las presiones sin perder la imparcialidad e independencia.
En el fallo se advierte que “si bien uno de los sujetos procesales integra actualmente el Consejo de la Magistratura, órgano de control de los jueces, esto no impide que los magistrados de esta Cámara cumplan el supremo mandato constitucional de ejercer su jurisdicción en los casos que son llamados a resolver”.
En tal sentido, advierten que en todo caso quien tendría que abstenerse de intervenir en una causa debiera ser Kunkel de su condición de consejero y no los jueces que tienen que investigarlo.
La causa que motivó el inicio de una causa contra Kunkel tiene que ver con una denuncia por injurias del también diputado Francisco de Narváez, porque el legislador kirchnerista acusó al empresario-político de ser dueño de una “fortuna mal habida” en un reportaje que concedió desde Venezuela a una radio argentina.
El fallo de la Cámara recuerda que “la imparcialidad del juzgador es una garantía del justiciable y sólo a favor de éste se puede esgrimir este temor de parcialidad a fin de garantizar la mayor objetividad posible de éste frente a la cuestión que deba resolver y, por ello, las inhibiciones en estudio, a criterio de esta Sala, devienen inadmisibles”.
“Si un magistrado se siente condicionado porque está en trámite una causa en su contra en el Consejo o por alguna otra razón, me parece comprensible y lógico que se inhiba. Creo que es algo personal”, dijo por su parte Kunkel a La Nación.
