La recuperación de la democracia puso infinitos desafíos en el proceso de cambio de un país que quiere vivir en un Estado de derecho. En esta “pesada” lista se inscribió una nueva ley de Radiodifusión, que fue impuesta por la última dictadura militar en 1980.

Si bien la Ley Nº 25.285 sufrió reformas desde su vigencia, ningún Gobierno se animó a derogarla y crear una nueva norma que rija a la actividad de los medios de comunicación contemplando las nuevas tecnologías.

Tras un rápido repaso por la historia de esta ley se puede afirmar que existe un trasfondo político entre el poder de turno y el “cuarto poder”, encarnado por los grandes multimedios creados en los 90. La disputa por el monopolio de la televisión digital -en los teléfonos móviles e Internet- y la repartición de la publicidad es el verdadero objetivo de los multimedios, que apuntan a tener una legislación favorable a sus intereses. Esto lo sabe bien el Ejecutivo que tiene así una herramienta para poder negociar con los grandes formadores de opinión pública y asegurarse “buena prensa” en la mayoría de los medios. Sino, el Gobierno utiliza esta nueva norma como un arma para presionar a los grandes medios -olvidando a los pequeños- y desvirtúa así la necesidad de una ley de Radiodifusión de la democracia.

Entre idas y vueltas, el proyecto nunca se presentó. Sin embargo, por segundo año consecutivo, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a anunciar que enviará una iniciativa de ley para haya una ley de Radiodifusión nacida con los valores de la democracia.

Pero antes de salir, el proyecto de la Casa Rosada ya genera un conflicto de competencias, ya que la iniciativa ingresará por Diputados y será la Comisión de Presupuesto la cabecera. Según pudo averiguar Parlamentario, esta decisión se debe a que el proyecto contempla “muchos impuestos”. Sin embargo, existe otra lectura basada en hechos políticos donde en plena diáspora del kirchnerismo, desde el Gobierno nacional buscan comisiones lideradas por fieles diputados.

La comisión por donde debería ingresar es la de Comunicaciones e Informática que es presidida por el diputado pampeano Juan Manuel Baladrón, quien en la votación de la resolución 125 estuvo hasta último momento en duda. La otra comisión sería la de Libertad de Expresión, la cual es descartada, porque está bajo el mando de la radical Silvana Giudici.

Así las cosas, el proyecto de ley de Radiodifusión tendrá como principal cabecera a la Comisión de Presupuesto, liderada por el santafesino Gustavo Marconato, quien asumiera tras la renuncia del obeidista Walter Agosto.

Sin dudas, los buenos augurios de los diputados y senadores, al escuchar de boca de la Presidenta que se enviará el proyecto de una nueva ley de Radiodifusión, se transformarán en duras críticas de la oposición y también de aliados que están reacomodados en vista a las próximas elecciones legislativas.