Este 24 de marzo se cumplieron 33 años del golpe de Estado pergeñado por las fuerzas militares en complicidad con los grupos económicos y sectores políticos del país, que instauró la dictadura “más sangrienta en esta parte del mundo”, según afirmó la diputada provincial del monobloque del Movimiento Libres del Sur, Laura Berardo, en este reportaje concedido a Parlamentario.

“Luego de años de impunidad, la memoria que se mantuvo viva gracias a la lucha de los organismos de derechos humanos como las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, organizaciones sociales y políticas, populares y progresistas, permitieron que la verdad y la justicia surjan con fuerza”, relató la legisladora al tiempo que agregó que “aun ese esfuerzo no se ha coronado, ya que muchos de los personajes que fueron responsables o cómplices del sistema de secuestro, tortura, desaparición y asesinato de miles de argentinos y argentinas, todavía caminan libremente por las calles del país”.

En la Legislatura bonaerense, la diputada Laura Berardo, desde su responsabilidad institucional y como vicepresidenta de la Comisión de Derechos Humanos, ha buscado llevar adelante “iniciativas que fortalezcan la democracia desde una mirada de inclusión, igualdad, respeto irrestricto por los derechos humanos de los bonaerenses y renovación política”. En este sentido se enmarca el proyecto que inhabilita a los responsables y cómplices de la dictadura militar para que ocupen cargos institucionales.

– ¿En qué consiste el proyecto de inhabilitación a cargos electivos?

– La iniciativa que presentamos busca reformar el Código Electoral de la Provincia de Buenos Aires, para que aquellas personas sobre las que existen pruebas suficientes de su participación en graves violaciones a los derechos humanos o que hayan sido condenadas por los mismos, tanto militares como civiles, no puedan ser candidatos a cargos públicos electivos. Este proyecto está en sintonía con el presentado por la diputada Victoria Donda en el Congreso nacional y con las ordenanzas presentadas por las concejalas de Libres del Sur en Almirante Brown, Lanús y Esteban Echeverría.

– ¿Por qué vio necesario presentar este proyecto?

– Es que en nuestro país se impuso la impunidad por más de 20 años. Tuvimos las leyes de Obediencia Debida y Punto Final de Raúl Alfonsin y los indultos de Carlos Menem, que posibilitaron que genocidas ocuparan cargos públicos. Ahí estuvo (Antonio) Bussi gobernando Tucumán y queriendo asumir en el Congreso de la Nación, y en nuestra provincia tenemos a (Luis) Patti, que apoyó a Chiche Duhalde, en la misma situación, y más recientemente a Aldo Rico, posicionándose como el referente del Partido Justicialista en San Miguel. Si bien hemos avanzado en consolidar la democracia, sus instituciones aún no están saneadas; en el 85 la CONADEP denunciaba a 1.500 represores; en el 2008 el CELS habla de 1.237 implicados, pero hasta hace un año sólo teníamos 44 condenados y 385 represores procesados con prisión preventiva y Julio López desaparecido hasta la actualidad. Nuestro proyecto busca aportar a profundizar la política de derechos humanos que el Gobierno nacional ha llevado adelante desde el 2003 pero somos plenamente concientes de que se va a poder lograr según la correlación de fuerzas políticas que realmente estén convencidas de que hay que avanzar rápidamente con los juicios.

– ¿Cómo ve al avance del proyecto?

– Hace un año aproximadamente que está en la Comisión de Reforma Política y pese a que se llegó a un acuerdo, aún no emiten despacho. Esta situación no nos extraña porque después de haber destacado a Rico en el PJ bonaerense es muy difícil que los diputados del oficialismo se puedan comprometer con este tipo de proyectos, tampoco los diputados de la UCR, partido que negoció las leyes de impunidad como la Obediencia Debida, con el mismo Rico.

Pero lo que nos parece sumamente grave es que frente a estas incoherencias se vuelve a frustrar la esperanza de la sociedad de construir procesos nuevos que nos permitan avanzar. El Kirchner que nos enorgulleció a todos y todas pidiéndonos humildemente perdón en el 24 de marzo 2004 por las atrocidades que cometió el estado, se debilita conteniendo en su herramienta política a este “carapintada”. Lo que nos muestra la realidad es que para seguir avanzando en políticas de derechos humanos, Rico y el PJ son un límite.

– El gobernador Scioli dijo “ni hipergarantismo, ni mano dura”. ¿Cómo se relaciona esta idea a las políticas de derechos humanos?

– En principio nosotros creemos que un gobierno democrático debe cumplir con la ley, ni más ni menos, simplemente cumplir con los derechos consagrados de la Constitución que nos corresponden. La frase emitida por el gobernador me suena a la teoría de los dos demonios: pone en la misma sintonía a quienes creen que el Estado debe estar a disposición de garantizar los derechos de la ciudadanía, con quienes utilizan el Estado para hacer abuso de poder, como hemos visto en la provincia, a través del gatillo fácil y el encarcelamiento masivo de pobres entre otras tantas políticas de los 90. Intenta confundir a la sociedad que frente a situaciones de crisis es un extremo garantizar los derechos y naturaliza que la mano dura puede ser una política de Estado.

– ¿Cuál es el objetivo práctico?

– Esa es la estrategia que se da para darle poder autónomo a las fuerzas de seguridad, que difundan cifras falsas respecto del delito de los jóvenes, instalar el debate de la baja de la edad de imputabilidad y, por omisión, dejar que se hable la pena de muerte, como soluciones a los problemas de seguridad. Estas propuestas desde el gobierno provincial no aportan en nada a profundizar las políticas de derechos humanos y son falsas respuestas a los problemas de seguridad

– ¿Cómo cree que se resuelve el problema de la seguridad?

– Por un lado, con un fuerte control y dirección de las políticas de seguridad por parte del Estado, con un serio saneamiento de las fuerzas de seguridad que aun están vinculadas a la corrupción y el delito, y con capacitación de las mismas. Por otro, y principalmente, teniendo políticas integrales que garanticen la inclusión social y el trabajo para reducir la desigualdad social.

– ¿Estas “incoherencias” del Gobierno que mencionó fueron las que llevaron a Libres del Sur a dejar de ser aliados?

– Nosotros planteamos en su momento que con la definición de Kirchner de ir a presidir el PJ no estábamos de acuerdo y era un retroceso para el proyecto que veníamos impulsando. Esa decisión significó el fin del proyecto plural al que habíamos sido convocados en el 2003, ya que este se cambió con la clara preeminencia de las estructuras tradicionales del PJ. Consideramos que ese partido es un freno para la implementación de un proceso que avance en la distribución de la riqueza y la renovación política, y eso se reflejó con el conflicto que se generó por las retenciones a la soja, donde una parte importante del Justicialismo jugó en contra de los intereses de las mayorías votando negativamente o con la reaparición pública de personajes como (Eduardo) Camaño y (Carlos) Ruckauf en el Ejecutivo bonaerense. Es por esto, y en el marco de nuestra coherencia que decidimos construir una nueva referencia política que sea la herramienta para los sectores progresistas y populares.

– ¿Quiénes integran ese espacio que están conformando?

– En Buenos Aires, desde Libres del Sur estamos conversando con Martín Sabbatella, intendente de Morón, que está construyendo su partido Encuentro para la Democracia y la Equidad, y con otros sectores como la CTA, el SI, Proyecto Sur de Fernando “Pino” Solanas, el Partido Humanista, entre otras fuerzas.

– ¿Cuáles son sus objetivos en las próximas elecciones?

– En primer lugar dar la oportunidad a los bonaerenses de optar por una nueva herramienta política, amplia, progresista y popular que nos permita avanzar en función de los intereses de las mayorías. Desde Libres del Sur queremos aportar nuevos dirigentes a la representación política como nuestro candidato a diputado nacional Jorge Ceballos. En la Legislatura provincial buscaremos darle continuidad a mi mandato, renovando la banca y ampliando el bloque con más diputados progresistas. Y también buscaremos que esta herramienta se plasme en los concejos deliberantes aportando los mejores compañeros y compañeras para ser concejales.

– ¿Por qué la reelección?

– Durante estos tres años tuvimos la definición de abrir la Legislatura, ámbito alejado de la vida cotidiana de la ciudadanía, para que debatamos los temas de interés a la hora de pensar las leyes; así lo hicimos con el Parlamento de las organizaciones sociales en el 2006, los foros de seguridad, jornadas con privados de libertad y representantes de las fuerzas de seguridad y el servicio penitenciario en el 2006/7; expresamos el desacuerdo con la reforma penal junto a los organismos de derechos humanos, y la reforma del Instituto de Previsión Social de la provincia con los trabajadores estatales; analizamos la problemática de los pueblos originarios y de los usuarios de salud mental durante el 2008, y pensamos las políticas públicas y la legislación con perspectiva de género durante todo el mandato. Y hemos decido continuar…