Perder mucho aun ganando

Tan buena fue la elección de 2005 para el Frente para la Victoria en Buenos Aires -esa que llevó a Cristina como candidata a senadora- que igualar esos guarismos es una misión casi imposible. Para lograrlo, el oficialismo necesitaría la mitad de los votos, algo que ni el más optimista K vislumbra. E incluso triunfando, pero por el margen que hoy le asignan las encuestas, perdería numerosas bancas. Los argumentos de este cálculo los brinda la historia.