El peronista disidente Francisco De Narváez lanzó el “Mapa de la Inseguridad” en Avellaneda, el cual permite registrar y consultar los delitos por localidad, calle o intersecciones donde ocurrió el hecho.
La mesa de trabajo del espacio de Francisco de Narváez de Avellaneda, presentó el “Mapa de la inseguridad” en ese Distrito con la presencia de los organizadores del encuentro Gabriela Roca, Daniel Fleytas y Marcelo Murias, dirigentes sociales y miembros de los foros de seguridad locales, la Jornada se realizó ante varios centenares de vecinos que se mostraron interesados y preocupados por la creciente inseguridad.
La exposición estuvo a cargo del diputado Eugenio Burzaco y Natalia Gambaro, miembros del equipo de seguridad de Francisco de Narváez, quienes exhibieron el plan que se propone para afrontar la problemática de la inseguridad en la provincia de Buenos Aires.
El Mapa de la Inseguridad permite registrar y consultar los delitos por localidad, calle o intersecciones donde ocurrió el hecho. El sistema permite identificar el delito y mediante un «pinche» lo ubica en el mapa, en el lugar exacto donde ocurrió, a la vez que le asigna un color distinto según el tipo.
La iniciativa “posibilita conocer los riesgos en cada barrio, localidad o zona de la provincia de Buenos Aires, y a su vez ofrece información para asistir a las víctimas y guiarlas respecto de qué gestiones deben realizar frente a cada delito o qué acciones preventivas pueden adoptar en cada caso” indicó Burzaco, quien además aclaró que “el sitio no pretende reemplazar a las autoridades policiales o judiciales, ante quienes corresponde hacer las respectivas denuncias”.
El cierre de la exposición estuvo a cargo del diputado Sergio Nahabetian quien afirmó que “la inseguridad se ha convertido en un gran negocio; un negocio de unos pocos que lucran con esta cuestión” agregando que “es incomprensible que la Provincia más rica de la Argentina, la que más aporta y recauda, sea hoy en día una provincia boba”.
Nahabetian finalmente pidió a los bonaerenses “un esfuerzo” en las próximas elecciones expresando que “un día cada dos años apadrinemos una urna, controlemos los votos, de modo tal que la voluntad del electorado quede reflejada fielmente. De esta manera haremos valer nuestra condición de ciudadanos”.
