La espontánea movilización para despedir los restos de Raúl Alfonsín fue el disparador para que la dirigencia de la UCR intuyera que habían regresado a la cima del poder electoral. Por ahora todo pasa con acordar con Margarita Stolbizer y Elisa Carrió.
¿Usted cree qué esta movilización tendrá réditos electorales? Fue la pregunta a bocajarro de un periodista al compungido Jesús Rodríguez, quien escuetamente respondió: “No es el momento de hablar de ese tema”, mientras seguía caminando bajo una tenue llovizna.
En rigor una verdad a medias, porque todo el montaje de la despedida tuvo una orientación: para demostrar que estaban vivitos y coleando como ninguno de los dirigentes se habían imaginado, además de resaltar en los discursos los reiterados cuestionamientos indirectos a la pareja presidencial en el manejo de la gestión estatal. Un escenario donde la presencia de Antonio Cafiero le dio un toque de pluralidad, lo mismo que Graciela Fernández Meijide.
“Forma parte del imaginario colectivo”, dijo Leopoldo Moreau cuando le preguntaron sobre la versión de que el legado de Raúl Alfonsín era que el vicepresidente de la Nación, Julio Cleto Cobos, tenía la misión de unificar el partido. Acotó en ese sentido que en las conversaciones antes del desenlace fatal siempre estuvo presente la necesidad de que Cobos regrese al partido con “uso de licencia” y que se agoten todas las instancias de unidad.
No sólo Moreau, sino todos los dirigentes consultados admiten con cierto malestar que la convención nacional en Mar del Plata será un hecho formal, dado que las principales resoluciones ya están tomadas, como siempre sucedió.
La diferencia es que este año las mismas no fueron adoptadas por la cúpula en la sede del Comité Nacional, en discretas reuniones o en bares, sino durante el mismo sepelio. De la misma participaron la mayoría de los dirigentes presentes bajo la batuta de Enrique “Coty” Nosiglia, quien dejó el bajo perfil para asumir ese rol.
Por lo tanto, lo de Mar del Plata será para confirmar que Cobos regresa a la UCR y determinar cómo jugará la UCR en los diferentes distritos del país. En ese contexto se pueden ubicar dos de los distritos más importantes y por ende la vidriera nacional: la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde están alrededor del 70 por ciento del padrón electoral del país.
El casillero
La Plata. Uno de los dilemas en tierras bonaerense es la ubicación de los boinas blancas en la boletas en el frente electoral con la líder del ARI Elisa Carrió y la del GEN Margarita Stolbizer. Tal cual lo adelantara en exclusiva Parlamentario, las pretensiones de que Ricardo Alfonsín (hijo) sea el número uno a partir del revival alfonsinista han dejado de ser prioridad, tanto para él como a su partido. En rigor lo que está en la mesa de negociación es la inclusión de Mario Llambías, quien es impulsado por Stolbizer, pero rechazado por Moreau, Federico Storani y Carrió. “Es un retroceso ideológico, debemos trabajar por una propuesta progresista, socialdemócrata”, se dejó constancia en una selecta reunión de la dirigencia de la UCR provincial.
Claro que puertas adentro, de acuerdo con la información recogida, la verdadera disputa es partir de quienes ocuparán los casilleros 6, 7, 8 y 9. Y no es por un capricho ya que los dirigentes se avizoran una polarización entre Néstor Kirchner y el trío Francisco De Narváez, Felipe Solá y Mauricio Macri, por lo tanto los referentes que participan de la negociación conjeturan que la cosecha no pasará de esa cifra.
Otro de los dirigentes consultados en la ronda apuestan a la consolidación del frente electoral, mas allá de que son conscientes que el 10 de diciembre no estarán en la misma bancada, sino cada sector conservará su lugar de cara a las elecciones presidenciales. “No lo veo a todos compartiendo el mismo espacio legislativo”, dijo uno de los diputados que sigue con mandato hasta el 2011. “No hay razón para cambiar la historia. Después del conteo de los votos los frentes electorales se diluyen”, precisó al tiempo que daba ejemplos de lo sucedido en los últimos años: El Frepaso, la Alianza y la Concertación Plural.
El obelisco
En el distrito capitalino el panorama también se les presenta complicado. Por ahora están en conversaciones y uno de los temas en discusión es la composición de la lista. Por momentos Nosiglia impulsa ir sólo al ruedo, lo mismo que Rafael Pascual, Marcelo Stubrin y Jesús Rodríguez. Una postura no compartida del todo por los bonaerenses para quienes el armado debe estar atado a lo que suceda en la Provincia.
En la grilla de postulantes sigue firme en principio Ricardo Gil Lavedra y ahora se sumó Reinaldo Vanossi quien se despidió de las huestes de Mauricio Macri. Aunque la lista se engorda depende de la boca que responda, ya que una de las posibilidades es ofrecer un lugar a un dirigente que milite en la Juventud Radical. Ese sector que gritó entusiasmado camino a La Recoleta “Volveremos, volveremos como en el 83”.
Un cántico que despertaba más de una tenue sonrisa de la dirigencia que acompañó hasta el último minuto los restos de Raúl Alfonsín.
Los muertos no dejan mensajes
La frase la pronunció el ex presidente de la Nación Fernando De la Rúa, y seguramente no está alejado de la realidad ya que la historia demuestra palmariamente que los mensajes póstumos de los líderes se convierten en frases que quedan dando vueltas hasta que la realidad, la única verdad, las convierten en recuerdos de la historia.
Una muestra es lo que sucedió en Córdoba: cinco listas se anotaron para las internas del 26 de abril al mejor estilo radical. El núcleo pasa por si van solos o en un frente electoral, nada más ni nada menos.
En cambio en La Pampa son apenas dos, pero como no acordaron apelan a las urnas para dirimir quien se queda con el membrete. En cambio en Mendoza, prevaleció la necesidad de unidad para derrotar al peronismo como todas las encuestas lo anticipan.
En el resto del país, la dirigencia está por imponer la tendencia de ir solos o en Frentes Cívicos y Sociales que en rigor es un disfraz partidario, al margen del entusiasmo porteño de la reconciliación de la UCR con la sociedad. Un divorcio que para más de uno no tiene regreso, más allá de que renovarán diputados provinciales y concejalías, un mérito más propio de los candidatos que la sigla partidaria.
Precisamente los distritos de la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, son espejos de las limitaciones de ir a las urnas solos “motivados” por la impensada movilización popular para despedir a Raúl Alfonsín. Si o sí, salvo un imponderable de último momento, tienen que conformar frentes electorales. Eso fue lo conversado en los pasillos del Congreso y por la Avenida Callao rumbo a la Recoleta y que la convención nacional dará forma.
