La polémica generada entre la oposición y el oficialismo en la Legislatura porteña se zanjó este jueves al acordar el tratamiento de la renuncia de la vicejefa de Gobierno, Gabriela Michetti, sin emitir resolución aunque la oposición tendrá oportunidad de expresar su posición en el segmento dedicado a las “manifestaciones”.

Al respecto el presidente del bloque macrista, Oscar Moscariello, expresó que esperaban que los sectores de la oposición hicieran consideraciones políticas al momento de dar lectura al texto de la renuncia, “pero bueno, estamos en campaña electoral y los diversos espacios legislativos intentarán hacer de la renuncia un acto de campaña pero estamos confiados y tranquilos en que la opinión pública es la que en definitiva va a juzgar esta actitud digna que enaltece la figura de Gabriela Michetti”, afirmó.

El tratamiento del tema había quedado para ser tratado este jueves en labor parlamentaria, a fin de definir qué interpretación se le daría a la renuncia. La oposición sostenía que se debía votar la dimisión en el recinto y los que sostienen que lo que se debe es simplemente tomar conocimiento de la decisión.

Con la presencia de 31 diputados que habilitaron el quórum, la sesión se inició poco después de las 19 y la discusión de los legisladores fue antecedida de la lectura por parte de la Secretaría Parlamentaria con el texto de renuncia.

El texto formal de la dimisión ingresó en la mañana de este jueves a mesa de entradas de la Legislatura, la cual no había llegado hasta ayer a la vicepresidencia primera de la Legislatura, lo cual despertó críticas desde la oposición, enfrascada con el oficialismo en la discusión respecto a si el tema debía ser discutido o no en la sesión ordinaria.

Críticas y apoyo

Al respecto, el bloque socialista calificó de sorprendentes los argumentos éticos esgrimidos por Gabriela Michetti al anunciar su renuncia porque “mientras dice que lo hace para no aprovecharse de su cargo durante el proceso electoral forma parte de un gobierno que prioriza la publicidad de las obras, en el marco de una campaña permanente”.

El socialismo consideró que “la renuncia de Michetti es en si misma un acto de campaña que pretende disfrazar de moral una decisión eminentemente política”.

En tanto, la diputada María Eugenia Rodríguez Araya (PRO) aseguró que “más allá de los cuestionamientos políticos efectuados en cuanto a su renuncia, quiero destacar la fortaleza personal de asumir los deberes que le exigen la militancia política”, para agregar a continuación que “hoy en día las virtudes como la templanza y la prudencia parecen no formar parte del carácter de las personas, por eso rescato el coraje de afrontar y resolver esta circunstancia que como mujer de la política le tocó vivir en suerte”.

Aníbal Ibarra dijo que no le parece “una buena señal institucional la renuncia a un cargo ejecutivo para participar de una contienda electoral”.

Además comparó la situación con la decisión del ex vicepresidente Eduardo Duhalde durante el mandato presidencial de Carlos Menem, que renunció para ser candidato a gobernador bonaerense, y recordó que constitucionalistas del PRO interpretaron, “en casos similares”, que debía votarse de nuevo por el argo.

En tanto, el legislador Gonzalo Ruanova aseguró que “la historia de Michetti es la de la vicejefa que no fue, la que no se hizo cargo de los problemas de la gestión y la que nos relató los problemas de la Ciudad como si sólo fuera una vecina más”.

Por su parte, el jefe del bloque del Frente para la Victoria, Diego Kravetz, rechazó los argumentos “éticos y morales” que presentó Michetti, y sostuvo que se trató de un “acto político” y si bien le dio la “bienvenida” lamentó que “lo haga a través de la mentira”.