El diputado Francisco de Narváez salió a defender su situación respecto a las llamadas que desde un teléfono suyo se efectuaron hacia quien es conocido como “el rey de la efedrina”, puntualizando que todo se trata de “una infamia”.

De Narváez declaró que en realidad no tienen “nada que ocultar” y atribuyó la operación que lo tiene en el centro de la tormenta como parte de “la vieja política. Lo que se intenta es descalificar”.

Aclaró no obstante que existe “buena fe de los reporteros y de los periodistas”, pero vinculó lo que definió como un ataque a su figura al “protagonismo” que yo tuvo en los últimos meses.

Más allá de las críticas que surgieron desde el kirchnerismo en su contra, también estuvo Margarita Stolbizer, de la Coalición Cívica, quien le pidió que renunciara. Consultado al respecto, evitó confrontar con ella, pero deslizó: “Yo respeto a Margarita y me parece que todos pueden tener un mal día. Yo creo que podemos hablar y debatir con ella propuestas, que es lo mejor que podría pasar”.