A pesar del descontado triunfo de Gabriela Michetti no le alcanzaría al PRO obtener mayoría propia en la Legislatura. Disputa por la línea sucesoria del jefe de Gobierno.
Por César Montenegro
Sólo la seguridad que brinda el saberse triunfador en la contienda electoral del próximo 28 de junio -aunque sin la contundencia esperada- hace posible disimular las grietas que día a día se abren en el macrismo.
Son varios los elementos que evidencian esa situación, aunque todavía con alguna debilidad. Pero sin duda, es la postulación de la ex vicejefa de Gobierno, Gabriela Michetti, a ocupar una banca en el Congreso nacional, el hecho desencadenante de algunos desencuentros que van apareciendo en el horizonte electoral del PRO.
En principio ello se expresa en los números sobre la intención de votos que se conocieron en los últimos días: cuatro encuestadoras adjudican a Michetti una ventaja sobre Alfonso Prat Gay de la CC de entre 8 y 17 puntos. Antes de candidatearse a diputada nacional, esa diferencia se ubicaba en alrededor del 20 y 25 por ciento. Los relevamientos indican en primer lugar a Michetti, seguida de Prat Gay-Gil Lavedra-Carrió, en tercer lugar el ex jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra y cuarto el líder del espacio Proyecto Sur, Pino Solanas.
Una porción de la ciudadanía porteña -afín al macrismo- no recibió con agrado el paso dado por Michetti , lo cual repercutió también en el seno de ese armado político, donde funcionarios, dirigentes y legisladores plantearon dudas respecto a los beneficios que provocaría esa movida.
Es que de esa manera muchas expectativas que se planteaban como carta de presentación del PRO, como la buena gestión en la Ciudad, quedaron obturadas y con un camino más sinuoso que Mauricio Macri deberá sortear si piensa llegar sin sobresaltos a las presidenciales de 2011. La forzada jugada del jefe de Gobierno, no fue digerida por toda la dirigencia, para colmo hubo muchas candidaturas abortadas sin siquiera antes ser puestas en la mesa de negociación. Un importante número de aspirantes creyeron ver menguadas sus posibilidades para acceder a una banca en la Legislatura a partir de ése movimiento de piezas. Después de todo, aspiraciones justificadas, que hacen al fondo de la cuestión en el ámbito de la política.
Crecimiento
Pero para entender un poco más el tablero macrista y también a quienes critican el esquema delineado y en construcción, veamos el comportamiento del electorado de la ciudad de Buenos Aires con respecto a Mauricio Macri desde que se postuló por primera vez como candidato a jefe de Gobierno y las bancas que obtuvo desde entonces: en 2003, fue el año en el que se renovó por primera vez en forma total la integración de la Legislatura; de la contienda participaron 38 listas, hubo 2.668.000 electores; el líder del PRO alcanzó captar 638.829 voluntades (38%) y se alzó con 23 diputados resultando el ganador de la contienda electoral aunque debió competir con Aníbal Ibarra en segunda vuelta ante el cual perdió. En el año 2005 logró cosechar 1.050.000 votos (40%) alcanzando 13 escaños, mientras que en 2007 aumentó a 1.166.520 los sufragios (44,5%) e ingresaron 15 legisladores al Parlamento.
El sector macrista que reniega del tramado estructurado para esta ocasión, funda su posición en la intención de voto que se menciona mas arriba y a través del cual sostienen que no alcanzarán mayoría propia en la Legislatura y que tampoco -como se especuló en la mayoría del espectro PRO- el jefe de Gobierno quedará tan bien posicionado de cara a las elecciones presidenciales del 2011.
Aspirantes
La mayor controversia se generó en torno a quien conducirá el Parlamento porteño. Federico Pinedo logró convencer a Mauricio Macri y a la mesa chica de conducción del PRO de la conveniencia de continuar su labor en el Congreso nacional, aunque en realidad el jefe de Gobierno le ofreció encabezar la lista de legisladores del macrismo el próximo 28 de junio, pero no le dio garantías que sea quien conduzca el Cuerpo, condicionamiento que decepcionó al legislador nacional.
El renunciamiento de Pinedo abrió una nueva puja por el control de la Legislatura, un lugar muy codiciado por muchos legisladores, dirigentes y funcionarios del PRO. Es que este pedestal supone el manejo del presupuesto y el segundo lugar en la línea sucesoria del jefe de Gobierno.
En tal sentido desde el mismo seno de la alianza oficialista se dejó trascender -contrario a las versiones que habían circulado en los últimos días- que a MM no lo convence para el máximo cargo de la Legislatura el actual legislador y vicepresidente de la bancada, Martín Borelli, un estrecho colaborador de la renunciante vicejefe de Gobierno, Gabriela Michetti.
Sin embargo en el macrismo se hicieron a la idea de que el “jefe”, decidirá imponer al tope de la lista de candidatos a legisladores, a un hombre de “bajo perfil” y que sea en los últimos seis meses el período en el que se decida quién será el sucesor de Diego Santilli. Para el cargo también se barajan los nombres del presidente de la estratégica Comisión de Presupuesto y Hacienda, Alvaro González, del dirigente justicialista de Mataderos, Cristian Ritondo y hasta del amigo personal de Mauricio Macri, José Torello, quien primero deberá integrar la lista de candidatos a legisladores del PRO.
Candidatos
No obstante, una alta autoridad de la Legislatura afirmó ante Parlamentario que ya están confirmados los diputados PRO que irán por un nuevo mandato en el Parlamento local y allí figuran los diputados Daniel Amoroso, Lidia Saya, Fernando De Andreis y Marta Varela. El subsecretario de Derechos Humanos, el justicialista Helio Rebot, apadrinado por Michetti, es otro de los nombres que con seguridad integrará la nómina que hoy tiene en vilo a toda la dirigencia de Propuesta Republicana.
Además integraría la lista el pastor Christian Grillo entre el “cuarto y octavo lugar”, por expreso pedido de la diputada nacional, la evangélica Cynthia Hotton, quien habría logrado convencer a Macri de las “bondades” del pastor.
Teniendo en cuenta las encuestas dadas a conocer durante la última semana, de ellas se desprende que con el 31,5 por ciento de intención de votos que le adjudica la consultora que más ventaja le otorga a Gabriela Michetti por sobre su mas inmediato competidor (Julio Aurelio -Aresco), se puede inducir que el macrismo aún con esas cifras favorables, solo podrá renovar las 11 bancas que pone en juego, con lo que deberá continuar dependiendo de ocasionales alianzas que nunca dejan de ser una piedra en el zapato.