Tal cual había anticipado hace algunas semanas, el ex gobernador cumplió este lunes con el trámite de dimitir como diputado nacional, y recién volverá a su banca a partir del 10 de diciembre tras ser electo para un nuevo período el 28 de junio. Además, sacó a su mujer de la lista para candidatos a diputados provinciales.
El ex gobernador Felipe Solá tenía pensado no dejar su banca. No sólo para no dejarle su lugar al kirchnerismo, sino también porque la pelea en el Congreso será por demás interesante del 28 de junio hasta el 10 de diciembre, cuando se produzca el recambio. Y Felipe no quería perdérsela.
Pero la polémica generada en torno a las candidaturas “testimoniales” hizo modificar todo y conjuntamente con el anuncio de la renuncia de Gabriela Michetti a la vicejefatura de Gobierno porteño, Solá decidió también renunciar. Cosa que efectivizó este lunes, inmediatamente después de la presentación de las listas en una de las cuales él ocupa el segundo lugar.
Paralelamente, el ex gobernador retiró la candidatura de su esposa, María Helena Cháves, quien se postulaba para diputada provincial por la Sexta Sección electoral. En este caso, el argumento fue que “los cuestionamientos que genera la candidatura de Chaves son válidos, porque los ciudadanos de esa región de la Provincia, así como sus referentes políticos, pueden sentirse postergados con la designación de alguien que no pertenece históricamente a la sexta sección”.
Lo dijo Solá a través de un comunicado, mientras paralelamente oficializaba su renuncia como diputado nacional.
Con ello, el Frente para la Victoria gana una banca, que será para Juan Carlos Lorges, quien podrá asumir en cuanto el Congreso vuelva a funcionar. O sea…
