Miles de productores agropecuarios se acuerdan día a día de los diputados y senadores nacionales que apoyaron las retenciones móviles. En la actualidad, se lo recuerdan a cada paso por lo que los legisladores del interior no pueden caminar tranquilos por sus pueblos. La relación es irreconciliable y aquellos políticos que fueron elegidos como sus representantes hoy son repudiados.

Sin embargo, la lista de dirigentes políticos debilitados por el conflicto con el campo no involucra a un partido político sino que parece que no hace distinción ideológica a pesar de que el oficialismo enfrentó al campo y su defensor fue la oposición.

Igual de perjudicado resultó el diputado radical Pedro Moroni, quien se identificó con los productores agrarios, pero se le vence su mandato y la UCR no le dio la oportunidad de renovar, ya que no figura como candidato en ninguna lista de Santa Fe. Otro de los que luchó por el campo mucho antes que estallara el conflicto, fue el diputado de la Coalición Cívica Francisco Ferro, quien tampoco renovará porque no fue incluido en ninguna lista de Buenos Aires.

A estos espadachines de la Mesa de Enlace se les suma un peronista disidente puntano, jefe de bloque del FREJULI, Luis Lusquiños, que distanciado de los Rodríguez Saá, competirá por una banca por la Capital Federal, lo que hace casi imposible su renovación de mandato.

Por lo tanto, de los cuatro líderes de la Mesa de Consenso Agropecuario que funciona con los interbloques de la oposición, tres se van el 9 de diciembre. Sólo quedará el vicepresidente de la Comisión de Agricultura, Christian Gribaudo, quien “lamenta la pérdida de grandes cuadros y gestionó hasta su último momento la inclusión de sus pares en alguna lista”, según comentaron a Parlamentario.com.

Luego, se destacará la vuelta de Felipe Solá, quien ya no es diputado porque ha renunciado a su banca. Pero, en verdad, el conflicto con el campo no sólo ha provocado un fuerte golpe en la carrera política de dirigentes kirchneristas sino también de la oposición.