La senadora nacional María José Bongiorno presentó un proyecto de declaración en la que expresó su repudio hacia manifestaciones y dichos emitidos por el escritor y ex candidato presidencial peruano Mario Vargas Llosa, durante su reciente visita a la República Bolivariana de Venezuela.

En esas declaraciones, la senadora consideró que Vargas Llosa “desacreditó al régimen democrático argentino, subestimando los mecanismos institucionales, al tiempo que denigra la investidura de la presidenta de nuestra República, Cristina Fernández de Kirchner”.

Las expresiones de Vargas Llosa fueron formuladas en una entrevista concedida al diario Perfil el último fin de semana, en ocasión de su visita a Venezuela.

En dicha entrevista, el mencionado escritor peruano comienza sus juicios refiriéndose a nuestro país como un “galimatías indescifrable”, resultando para la senadora rionegrina “una combinación adjetival a la cual me permito oponer una primera discrepancia, puesto que estipulo que su empleo pretende oscurecer el compromiso asumido en la superación de coyunturas difíciles y complejas, pero que bajo ningún concepto deben considerarse indescifrables o incomprensibles”.

“Con estos términos -continúa la senadora-, por un lado, parece subestimar la existencia de una multiplicidad de factores imbricados, ya sean locales, nacionales o internacionales, que determinan la complejidad de la realidad socioeconómica; y, por otro lado, parece hacer caso omiso ante los reiterados esfuerzos y la incansable búsqueda de soluciones para la superación de las situaciones de crisis. A este respecto no está de más recordar que en los últimos 6 ó 7 años la Argentina ha experimentado un crecimiento económico sin precedentes”.

Otro eje de desacuerdo con lo expuesto por el ex candidato presidencial peruano, se remite a su sugerencia de que los argentinos “han querido vivir bajo dictaduras”.

“Esta desafortunada apreciación puede ser objetada a partir de la voluntad manifiesta del pueblo y de las autoridades argentinas en el pertinente enjuiciamiento de todos aquellos responsables de las atrocidades cometidas durante el último gobierno dictatorial –advierte la senadora Bongiorno-. Asimismo, puede rebatirse dicha observación aludiendo a los más de 25 años de democracia ininterrumpida, en los que la pluralidad política impuso su sello, y a los denodados trabajos de este gobierno y su precedente, por profundizar un proceso democrático que ha favorecido el acceso de sectores sociales postergados, víctimas de la reducción y reformas estatales de la década de 1990, que siguiendo la lógica del mercado dejaron en situación de pobreza estructural a un sinnúmero de familias argentinas”.

Por otro lado, la senadora Bongiorno rechazó “la visión de Vargas Llosa que desacredita a nuestros gobernantes”, y destacó que “la legitimidad democrática de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner es incuestionable, estando su investidura respaldada por los mecanismos institucionales, que acorde a los cánones constitucionales, permiten a los argentinos elegir libremente a las autoridades que consideren idóneas”.

“Es por ello que -continúa la senadora-, al denigrar tanto a nuestra presidenta, como al ex mandatario Néstor Kirchner, se está atacando directamente a la voluntad popular y a la libre autodeterminación del pueblo argentino. Considero que al sugerir que la elección de estos dos gobernantes supone para la Argentina una degradación política e intelectual, el escritor peruano está cuestionando la capacidad de raciocinio de nuestros ciudadanos, rozando los límites del perjuicio y la discriminación”.

Una personalidad pública y perteneciente al mundo intelectual como Mario Vargas Llosa, debiera tener, a juicio de María José Bongiorno, “más reparo al referirse a autoridades electas según las recetas de la democracia, precisamente por ser éstas, firmes pilares de lo que el mencionado literato parece defender en su discurso. De esta manera, se pudiese haber esperado de Vargas Llosa juicios con mayor consistencia argumental y no meras referencias peyorativas fundadas en la subjetividad de su ideológica y afinidades personales”.