Los ingresos fiscales empiezan a complicar cada vez más el panorama para el Gobierno. A pesar que fue uno de los grandes logros de la gestión Kirchner, la realidad de los últimos meses muestra una recaudación impositiva muy por debajo de las necesidades y un fuerte aumento del gasto público.

El Ejecutivo ha tratado por todos los medios de mostrar niveles récord de ingresos fiscales, especialmente en mayo, lo real es que la perfomance de la recaudación es muy pobre y no deja margen para continuar expandiendo el gasto público de la forma en que se ha realizado en los últimos tiempos.

Los ingresos de mayo profundizaron ese horizonte de mayor restricción, que muestran que la recaudación “récord de récord” de mayo es una gran falacia, ajena a la realidad de los números concretos.

¿Cuál ha sido la información que dio el Gobierno en la última semana? Que la recaudación de mayo llegó a 27.291,4 millones de pesos, un 12,5 por ciento más que en el mismo mes del año pasado, tema que fue anunciado por la propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner como un nuevo récord histórico.

¿Qué dice la realidad? Que ese incremento del 12,5 por ciento interanual es una pésima cifra en comparación, si se tiene en cuenta que hay un 15 a 17 por ciento de inflación anual, que se ha reducido entre un 30 y un 40 por ciento los reintegros a la exportación y que, encima, se cuenta con el ingreso extraordinario de la estatización de las AFJP.

“No es un buen dato la recaudación de mayo. Es malo y se observa claramente que con la plata de las AFJP no alcanza y que la situación fiscal es cada vez más complicada”, aseguró Manuel Solanet, titular de la consultora Infupa y ex secretario de Hacienda.
En el mismo sentido opinó el economista Raúl Ochoa. “Aquí hay caída de precios de los commodities y de la actividad económica, lo cual generó un menor nivel de recaudación. Es más, si uno le saca el efecto inflacionario y los ingresos de los ex afiliados a las AFJP, el resultado de la recaudación de mayo habría dado claramente un importante descenso.

Frente a este panorama, en el Gobierno están trabajando en el día después de las elecciones. Nadie lo quiere confirmar por el momento, pero se admite que se están estudiando medidas para mejorar el perfil fiscal y de financiamiento que tiene el país.

En ese sentido, se comentó con insistencia en los últimos días que el Gobierno está avanzando decididamente en la búsqueda de financiamiento para después de las elecciones. Y empieza a cobrar mayor fuerza la idea, polémica por cierto, de la suscripción de un bono patriótico con los bancos.

Una fuente del Ministerio de Economía apuntó que el objetivo es utilizar recursos que los bancos los han mantenido en stand by en los últimos años.

“Se trata de recursos en dólares que los bancos los han mantenido en cuenta corriente en el Banco Central y que no incide en la cartera ni en el balance operativo de las entidades”, resaltó un funcionario del Palacio de Hacienda.

Todavía no hay montos concretos, pero se habla de una cifra importante del orden de 1.000 a 1.500 millones de dólares. Aparentemente, las primeras conversaciones que se mantuvieron con los bancos por este tema habrían sido positivas.