No poca polvareda levantó la propuesta de Luis D’Elía y Carlos Kunkel para realizar una movilización el próximo domingo después de las elecciones a Plaza de Mayo. No faltaron los dirigentes opositores que cuestionaron el anuncio, pero también en el seno del Gobierno no cayó bien la idea.

Como resultado, en la noche de este martes uno de los organizadores, Luis D’Elía, dijo a través de un comunicado que no realizarían “ninguna acción, ni movilización que signifique darle pasto a lo peor de la derecha reaccionaria argentina que no quiere discutir el modelo sino que quiere una mera discusión de formas”.

El comunicado señala que “ante la infame campaña realizada a partir de mis dichos por la oposición política y el partido mediático es que hemos decidido levantar la movilización que teníamos prevista para el domingo a las 18 horas”.

Entre los dirigentes del oficialismo que cuestionaron la medida figura Aníbal Fernández, quien sostuvo que si bien “no hay una prohibición expresa del Código Nacional Electoral” sobre las reuniones una vez terminados los comicios, no le “atraía esa idea”-

Otro que opinó del tema fue el gobernador Daniel Scioli, quien señaló que “cada uno celebrará el resultado de acuerdo a su voluntad de expresarlo en distintos lugares”, y que “lo importante es que sea una jornada democrática y que se viva con orgullo la oportunidad de expresar a través del voto popular el rumbo del país”.

Entre los que cuestionaron la medida, el senador nacional Samuel Cabanchik (CC) tildó de “provocativa, irresponsable y peligrosamente lindante con un clima de guerra civil” la convocatoria. Señaló que “estos métodos de querer ocupar espacios públicos, a través de la fuerza o de actitudes patoteriles, naturalizan un camino peligroso hacia un estado general de confrontación en cuya vecindad pueden anidar las vocaciones más extremas”.

“En dirección a lo señalado por Carl Schmitt, en su ya clásico El concepto de lo político, y más allá de mis diferencias irreconciliables con su pensamiento, cabe recordar que, cuando en el seno de un Estado la lucha política domina enteramente las diferencias entre partidos, según la lógica amigo/enemigo, la vida de los pueblos se organiza en términos de guerra civil”, agregó.

Otro que desde el oficialismo puso reparos fue el diputado provincial y del Movimiento Evita, Fernando “Chino” Navarro, quien advirtió que “no es prudente convocar a la Plaza el 28”, quien denunció “presiones y amenazas de la derecha y los grupos económicos que saben de su derrota, siembran el miedo y alientan un supuesto fraude”.

“En cambio es necesario evitar enfrentamientos que pueden ser funcionales a la derecha y a los grupos que alientan situaciones de inseguridad y fraude frente a los pronósticos electorales poco auspiciosos para ellos”, agregó Navarro.