En un discurso mesurado, pero con fuertes críticas implícitas, el presidente de la Sociedad Rural argentina, Hugo Biolcati, inauguró la Exposición Rural de Palermo advirtiéndole al Gobierno que “el campo dejó de ser la mansa vaca lechera que se deja ordeñar para cubrir el costo de la ineficiencia y de políticas equivocadas”.

En su discurso de cuarenta minutos, Biolcati advirtió que “necesitamos que el diálogo transcienda en actos, las palabras en hechos, las promesa en voluntades y las declaraciones en obligaciones”.

El mensaje resaltó los resultados del 28 de junio y el papel del campo en las mismas. La cantidad de legisladores obtenidos que van a trabajar para ese sector y que, aclaró, “ya están trabajando”. Resaltó en tal sentido la presentación que hicieron de los legisladores agrarios el último lunes en ese mismo lugar, en el marco del acto celebrado con la presencia de la totalidad de la Mesa de Enlace.

Biolcati destacó que “el campo fue protagonista de estas elecciones, participando con candidatos y propuestas. El 28 de junio la gente votó por esas propuestas. 12 millones de argentinos dejaron un mensaje claro; y esto es histórico”.

Habló de la pobreza y resaltó que “el campo tiene un programa para terminar con tanta pobreza. Un programa que presentamos en marzo y consensuamos con los partidos políticos que obtuvieron un respaldo en las elecciones. Un programa que o incluye dádivas ni clientelismo político, de crecimiento, desarrollo y mejor distribución de la riqueza. Un programa que permitirá asistir sin intermediarios a los argentinos necesitados”.

Como contrapartida, aseguró que “en los últimos años no ha existido un solo plan” para respaldar las políticas agropecuarias, a diferencia de lo que ocurre con nuestros países vecinos.

Y en ese marco, advirtió que “celebraremos el bicentenario importando carne, trigo y leche”.

En referencia al retorno de las negociaciones, el dirigente agrario dijo que “intentamos continuar el diálogo, pero necesitamos cultivar la confianz”.

El mensaje había arrancado con una cita del Martín Fierro en la que señaló que “olvidar lo malo también es tener memoria”.

Muchas veces mencionó la palabra “patria” y en ese sentido recordó que en la exposición del año pasado “se escuchaban las voces de millones de argentinos que se sentían protagonistas del destino de la patria”.

Destacó que “la patria nos da el ser, nos da una pauta para delinear el presente y diseñar el futuro. Pienso en Manuel Belgrano, José San Martín, Domingo Sarmiento; hombres que le dieron a la patria todo, sin pedirle nada. Hombres que fundaron esta nación sin necesitar superpoderes, que murieron sin tener que presentar declaraciones juradas. Pienso en ellos y me avergüenzo. Qué profunda autocrítica debemos hacer los hombres y las instituciones”.

En su mensaje aclaró que “el campo protesta, pero propone. Cuando el campo dice patria está diciendo federalismo, pueblos que progresan, familias que mejoran su calidad de vida. Cuando el campo dice patria piensa en el magnífico granero del mundo”.

Obviamente hizo referencias a “la gesta” de la 125”, resaltando “cuántas cosas pasaron este año, desde aquella madrugada del 17 de julio en que el tablero del Senado dijo ´no’… Empezaba el tiempo de la acción y la propuesta”, y puntualizó que “fue el despertar de una conciencia cívica y se descubrió que entre todos era posible transformar el país en una nación representativa, republicana y auténticamente federal”.

Uno de los pasajes más críticos fue cuando recordó “cuántas cosas pasaron este año… una de las peores sequías, la crisis, epidemias predecibles e impredecibles, y un predador insaciable, el Estado. Un predador insaciable, el Estado, que lejos de comenzar a diseñar una política agropecuaria coherente, fue insensible ante el drama de muchos productores”.