En plena discusión por las retenciones al agro enmarcadas en el vencimiento de las facultades delegadas, la Cámara de Diputados volvió a sesionar y aprobó a la Emergencia Agropecuaria, que ahora deberá ser sancionada en el Senado.

A la 1 de la mañana del jueves, tras tres horas de debate, el proyecto de ley fue aprobado en general por una unanimidad de los 218 diputados presentes.

Tras tantos cambios consensuados en una ardua negociación entre los diputados opositores y el oficialismo, la iniciativa marco para declarar la Emergencia Agropecuaria cuenta con un fondo de asistencia de 500 millones de pesos anuales y lo que sobre cada año se girará a un fondo especial de prevención y se creará una Comisión Nacional de Emergencia Agropecuaria en la Secretaría de Agricultura integrada por todos los sectores involucrados, incluso la Mesa de Enlace. Esta comisión tendrá la facultad de aumentar los valores destinados a la ayuda en caso que sea necesario ante desastres naturales.

Durante el debate, el diputado de la Coalición Cívica Francisco Ferro aseveró que “hubo muchos cambios pero no se sabe si es la mejor ley sino que es la ley que se pudo sacar; se avanza muchísimo en la ayuda para los productores agropecuarios”.

En tanto, el diputado del PRO Christian Gribaudo consideró que “hay que ser generosos cuando las cosas empiezan a cambiar y hubo una oportunidad de ponernos de acuerdo en una institución tan importante como el Parlamento. Acá todos cedimos y por eso se logró el consenso de una ley necesaria.

Asimismo, el diputado socialista Lisandro Viale aseguró: “No se si es una buena noticia para los productores pero al menos se los va a ayudar en cuestiones de emergencias” agropecuarias. Basándose en las retenciones el legislador opinó que con esta ley “no resuelve el problema que hoy afecta a los productores en materia financiera”.

Por su parte, el legislador del SI Eduardo Macaluse apuntó contra el presidente de la Sociedad Rural Hugo Biolcatti y advirtió que “hay que tener cuidado con los vacíos políticos porque sino estos espacios son llenados por las corporaciones que instalarán la agenda y así nos van a escribir la agenda con sus intereses más espurios vinculados a una elite”.

Asimismo el diputado radical k Hugo Prieto destacó el consenso que se logró en la ley y que esta “viene expresar la centralidad del Congreso en la toma de decisiones y que cuando la oposición deja de ser destructiva y obstructiva se logran consensos para mejorar un proyecto de ley que busca el bien común de todos”. Desde la Concertación Plural “venimos a ratificar el triunfo de la política sobre el poder corporativo; aquí primó los intereses generales ante un problema” como la emergencia agropecuaria.

En el caso del bloque Unión Peronista, la diputada pampeana Irma García pidió que “se cumplan todos los acuerdos” y afirmó que esta ley “mejora sustancialmente varios aspectos de la actual norma”.

La voluntad del cobismo fue expresada por el diputado Daniel Katz, quien aseguró que apoyaron el proyecto de ley porque “le estamos llevando tranquilidad ante la emergencia agropecuaria aunque no le resolvemos el problema estructural que tiene el productor”.

El debate entre idas y vueltas

En el mismo recinto iba a ser donde se defina una parte central de la iniciativa que provoca desacuerdos. Pero las diferencias entre la oposición y el oficialis sobre el monto de 500 millones del fondo de ayuda a las zonas que se declaren en emergencia hicieron que se retrase el tratamiento y se deban reunir los diferentes bloques para consensuar el proyecto.

Por lo tanto, la aprobación de la Emergencia Agropecuaria estuvo en suspenso hasta que terminó la reunión entre los miembros de la Comisión de Agricultura, el presidente Alberto Cantero (FpV), Christian Gribaudo (PRO), Pedro Morini (UCR), Lisandro Viale (PS), Luis Lusquiños (FREJULI), Francisco Ferro (CC) y la secretaria de bloque del Frente para la Victoria, Patricia Fadel.

Luego de horas de debate en el despacho del diputado radical, el inconveniente se solucionó luego de que el oficialismo decidió dar marcha atrás a su propusiera de que un 30% los 500 millones del fondo -150 millones- se destinen a medidas de prevención. Y si bien había aceptado en un principio la claúsula gatillo sobre 500 millones más si el fondo primario no alcanzara ante una emergencia como una sequía importante o inundaciones catastróficas, se decidió eliminar este tema.

Así las cosas, finalmente el proyecto que se aprobó no tiene la claúsula gatillo sino que lo que sobre cada año de los 500 millones se girará a un fondo especial de prevención y se creará una Comisión Nacional de Emergencia Agropecuaria en la Secretaría de Agricultura integrada por todos los sectores involucrados.

Esta comisión tendrá la facultad de aumentar los valores destinados a la ayuda en caso que sea necesario ante desastres naturales.

Sin embargo, a minutos de comenzar -a las 22.50- el tratamiento la UCR decidió votar en contra del proyecto porque insistieron en los mil millones que exigieron originalmente, lo que provocó la bronca en los mismo bloques opositores que luchan por los temas que exige la Mesa de Enlace.

Sobre esta estrategia del radicalismo, el diputado ultrakirchnerista Edgardo Depetri se preguntó: “Antes a nosotros nos decían que eramos la escribanía del Gobierno. Entonces, ahora los radicales serán la escribanía de la Mesa de Enlace”.

Pero en estas idas y vueltas, la UCR cambió su posición y al final votó a favor en general y en particular se opusieron al artículo 17 que establece el fondo de emergencia de 500 millones. Según el diputado radical Pedro Morini, “no alcanza con estos 500 millones”.

Cabe recordar que según el proyecto original del oficialismo, el monto era de 150 millones de pesos para constituir el “Fondo Nacional para la Prevención y Mitigación de Emergencias Agropecuarias (FONEA)”, a través del cual se financiará la ejecución del “Sistema Nacional para la Prevención y Mitigación de Emergencias Agropecuarias”.

A fines del año pasado, diputados del kirchnerismo no habían descartado la posibilidad de aumentar a 450 millones de pesos el monto del fondo pero el radicalismo insistía en elevarlo a mil millones, con la incorporación de una cláusula que fije que el dinero que no se utilice quede como reserva para eventuales futuras emergencias.